González intervino para intentar evitar la grave crisis de UGT

La preocupación que la división interna en UGT ha generado en el Gobierno provocó que el presidente Felipe González interviniese para conseguir apoyos para Cándido Méndez y evitar, sin éxito, su derrota en el comité confederal extraordinario del pasado sábado. El presidente se reunió el pasado jueves con el secretario general de la federación de la construcción, Manuel Garnacho, a quien pidió que apoyara al secretario general de UGT. La demanda de González no prosperó y UGT afronta ahora un congreso extraordinario.

La federación de la construcción ha sido una pieza clave en el desarroll...

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La preocupación que la división interna en UGT ha generado en el Gobierno provocó que el presidente Felipe González interviniese para conseguir apoyos para Cándido Méndez y evitar, sin éxito, su derrota en el comité confederal extraordinario del pasado sábado. El presidente se reunió el pasado jueves con el secretario general de la federación de la construcción, Manuel Garnacho, a quien pidió que apoyara al secretario general de UGT. La demanda de González no prosperó y UGT afronta ahora un congreso extraordinario.

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La federación de la construcción ha sido una pieza clave en el desarrollo de la crisis de UGT. Su decisión de no apoyar a Méndez, ahora secretario general en funciones, dio un vuelco al resultado del comité del pasado sábado, que debía decidir si aprobaba o no la decisión de Méndez de expulsar a tres miembros de la ejecutiva. El secretario general del sindicato perdió la votación por nueve votos; entre ellos, los siete de la federación de la construcción.La mediación del presidente del Gobierno no tuvo éxito y, según fuentes. gubernamentales, González comentó: "Lo siento; me ha salido mal". Ramón Rubial, presidente del PSOE, también llamó a Garnacho para tratar de impedir un congreso extraordinario del sindicato ugetista, que finalmente se ha convocado para el 29 de abril.

Garnacho está convencido de que Redondo sigue influyendo en el sindicato, y en más de una ocasión ha pedido a Méndez que gobierne por sí mismo. En su opinión, esa tutela la ejerce a través de la fundación, unitaria que han decidido crear UGT y CC OO, y que dirige José María Zufiaur.

La convocatoria de un congreso extraordinario para elegir una nueva dirección deja prácticamente bloqueado el sindicato, ya que se tienen que celebrar centenares de asambleas y congresos, previos para elegir a los 800 delegados.

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