TEATRO

El Lara reabre sus puertas, cerradas hace ocho años

"Somos casi como el Cid", apunta Carmen Troitiño. Y no es para menos: la sociedad de la que forma parte acaba de resucitar un teatro, el Lara. La sala gana la batalla tras ocho años de una muerte llamada cierre. A finales de este mes reabre sus puertas. Una pieza de Alfonso Paso, Enseñar a un sinvergüenza, de la mano del actor Pepe Rubio, estrenará la remozada escena. Los responsables del recinto, en el que se han invertido cerca de 100 millones de pesetas, confían en obtener las nuevas ayudas públicas anunciadas el miércoles. Apostarán por programar "teatro contemporáneo de calidad".

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"Somos casi como el Cid", apunta Carmen Troitiño. Y no es para menos: la sociedad de la que forma parte acaba de resucitar un teatro, el Lara. La sala gana la batalla tras ocho años de una muerte llamada cierre. A finales de este mes reabre sus puertas. Una pieza de Alfonso Paso, Enseñar a un sinvergüenza, de la mano del actor Pepe Rubio, estrenará la remozada escena. Los responsables del recinto, en el que se han invertido cerca de 100 millones de pesetas, confían en obtener las nuevas ayudas públicas anunciadas el miércoles. Apostarán por programar "teatro contemporáneo de calidad".

El reestreno del Lara está previsto para el próximo día 24, pero la fecha aún puede sufrir ligeros cambios. La sociedad Espectáculos 93, arrendataria de la sala, ha acometido las obras imprescindibles, explica Troitiño. "Hemos remozado desde el suelo hasta el tejado. Ha quedado un teatro nuevo por dentro".Falta le hacía: su cierre fue ordenado por el Ayuntamiento en 1987 a la vista de las deficiencias en seguridad. "No cumplía las exigencias de los teatros modernos", señala Troitiño.

Y es que no lo era. EI Lara, ubicado en la calle de la Corredera Baja de San Pablo, junto a la Gran Vía, nació hace más de un siglo de la mano de un carnicero de la plaza de Antón Martín, Cándido Lara. Su larga historia no le ha salvado de las dificultades en los últimos años. A mediados de 1983 cerró unos meses. Reabrió una temporada corta y volvió a poner el cartel de cerrado, forzado por el Ayuntamiento. En junio de 1990, cuando la sala ya sin actividad pública se utilizaba como plató de cine, volvió a clausurarse por orden del concejal Ángel Matanzo. El rodaje de Yo soy ésa, con Isabel Pantoja, quedó interrumpido.

Troitiño, directora artística del nuevo Lara, confía en que hayan acabado las penalidades de una de las escenas más veteranas de Madrid. También espera que las ayudas públicas sirvan para recuperar o paliar el esfuerzo inversor ya hecho. Asegura que van a solicitar los socorros públicos anunciados para los teatros en manos privadas (ver EL PAÍS de ayer).

"Hay que tener mucho valor para poner un teatro en marcha", dice la promotora. Confía en llenar las 400 butacas nuevas a base de buena programación: "obras españolas preferentemente, pero también extranjeras con tal de que haya siempre calidad". "También aprovecharemos el hueco que hay para programar obras cómicas", apunta Troitiño. La pieza elegida para primer estreno de esta nueva etapa, Enseñar a un sinvergüenza, quiere ser un homenaje al autor cómico Alfonso Paso.

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