"Siempre hay un semáforo a la salida de un túnel"

El paso subterráneo bajo la glorieta de San Vicente, inaugurado en junio de 1993, ya ha pasado por un periodo de rodaje suficiente para hacer una evaluación de su utilidad. El gabinete municipal de Tráfico hizo ayer un repaso de su funcionamiento a requerimiento de este diario."Lo normal es que entre las 7.30 y las 8.30 horas haya habitualmente retenciones de entrada, desde el puente sobre la M-30 hasta la plaza de España, aunque aquí se instala un carril complementario para girar hacia la calle de Princesa", explica Javier Leralta, del gabinete de Tráfico del Ayuntamiento. En resumen, indica,...

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El paso subterráneo bajo la glorieta de San Vicente, inaugurado en junio de 1993, ya ha pasado por un periodo de rodaje suficiente para hacer una evaluación de su utilidad. El gabinete municipal de Tráfico hizo ayer un repaso de su funcionamiento a requerimiento de este diario."Lo normal es que entre las 7.30 y las 8.30 horas haya habitualmente retenciones de entrada, desde el puente sobre la M-30 hasta la plaza de España, aunque aquí se instala un carril complementario para girar hacia la calle de Princesa", explica Javier Leralta, del gabinete de Tráfico del Ayuntamiento. En resumen, indica, los problemas de entrada siguen siendo parecidos, porque siempre está el semáforo de la cuesta de San Vicente, que para a los coches que entran.

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El portavoz del gabinete compara la situación actual en la glorieta de San Vicente con la de otros túneles en los que a la salida hay un semáforo, como son los de avenida de América y la plaza de Cristo Rey.

En la avenida de Portugal (Final de la carretera de Extremadura, N-V) ha mejorado algo la circulación, prosigue Leralta. Otra mejora introducida por este paso es en la fluidez del tráfico en superficie. Por ejemplo, han desaparecido los problemas en la calle de la Virgen del Puerto.

En cuanto a la hora punta vespertina (entre las 17.00 y las 20.00 horas), la circulación de entrada también sufre retenciones a diario, excepto ahora, en los meses de enero y febrero, cuando los automovilistas utilizan menos el coche por la famosa cuesta de enero. Los desplazamientos, por la tarde, son más optativos, mientras que por la mañana los automovilistas no dejan de usar el vehículo porque tienen que acudir a su puesto de trabajo.

En cambio, los movimientos de salida de Madrid hacia la N-V sí han ganado en fluidez, concluye Javier Leralta.

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