El fraude de las líneas 'calientes'

Algunos teléfonos eróticos internacionales todo lo que ofrecen son instrucciones durante 15 minutos

El anuncio del periódico de ayer mismo decía: "Las chicas de Amsterdam son famosas por sus charlas calientes e indecentes. Llámalas ahora. Garantizamos que te satisfarán y harán gozar en dos minutos". La realidad fue otra. Los dos minutos se transformaron en 15. Holanda en Filipinas. Y nunca salió nada caliente.Una vez marcado el número internacional (con el 07 de prefijo) comenzó una larga retahíla de instrucciones, que duraron un cuarto de hora,. para terminar, como culmen del acto, facilitando al cliente otro número. Además, al comprobar los prefijos -agrupados de forma insólita para dificu...

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El anuncio del periódico de ayer mismo decía: "Las chicas de Amsterdam son famosas por sus charlas calientes e indecentes. Llámalas ahora. Garantizamos que te satisfarán y harán gozar en dos minutos". La realidad fue otra. Los dos minutos se transformaron en 15. Holanda en Filipinas. Y nunca salió nada caliente.Una vez marcado el número internacional (con el 07 de prefijo) comenzó una larga retahíla de instrucciones, que duraron un cuarto de hora,. para terminar, como culmen del acto, facilitando al cliente otro número. Además, al comprobar los prefijos -agrupados de forma insólita para dificultar su identificación-, resultó que la llamada no era a Holanda, sino a Filipinas. Total: casi 6.000 pesetas por nada.

Aunque desde el comienzo de la grabación una voz femenina anunciaba "vas a escuchar algo muy caliente y explícito", los 15 minutos se pasaron en recordatorios, advertencias -"la cinta que vas a escuchar debería estar fuera del alcance de los menores"-, publicidad de teléfonos para contactos directos y explicación de opciones -gay, lesbianas travesti, sexo duro o blando-

La voz grabada pedía continuamente al cliente que dijera "go, go, go" para ir seleccionando lo que quería escuchar y nunca llegaba. Lo cierto es que en la mayoría de los casos daba igual que se dijeran o no las palabras mágicas; la cinta seguía imperturbable. Los escarceos verbales se dilataban y nada de sustancia llegaba. Hasta cuatro veces se le hizo confirmar al cliente que quería sexo duro con un "go, go, go". "Queremos asegurarnos de lo que quieres", repetía la voz grabada. Todo terminó como empezó un cuarto de hora antes, con instrucciones.

Un portavoz de Telefónica explicó que no se puede regular el acceso a estas líneas, porque no funcionan con un código determinado. "No sabemos el destino final de la llamada. Además, las reclamaciones tienen que hacerse en el país de origen del servicio".

Desde que las líneas eróticas nacionales (las 903) quedaron restringidas hace dos años, se han multiplicado los reclamos de líneas eróticas internacionales. Los servicios proceden de Filipinas, EE UU, Taiwán, Chile... Los sustos, con facturas millonarias, ya han empezado. Un matrimonio de ancianos de Parets del Vallés (Barcelona) ha recibido una factura de dos millones de Telefónica, por las llamadas hechas a estas líneas por su hijo de 24 años, disminuido psíquico. El Ayuntamiento de la localidad ha intercedido en el asunto. El alcalde, Joan Seguer, dijo el martes que intentará que Telefónica "haga desaparecer estos anuncios de los medios de comunicación".

Mientras, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) insiste. En lo que va de mes ha denunciado a la Secretearía General de Comunicaciones 56 líneas que bajo el prefijo 906 encubren líneas de tertulia, que deben ser de acceso restringido. Sobre los 07, José María Múgica, de OCU, subraya que la Administración debe intervenir, ya que son anuncios ilegales, por no identificar quién ofrece el servicio.

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