Una asociación saca una guía para inmigrantes en el servicio doméstico

La mayor parte de los 12.000 dominicanos que viven en Madrid -la mitad sin permiso de trabajo y residencia- son mujeres empleadas en el servicio doméstico. A ellas y a otras inmigrantes dedicadas a estas tareas va dirigida la guía Lo que hay que saber, editada por la Asociación de Mujeres Dominicanas en España (AMDE).

La publicación, de 30 páginas y fácil manejo, explica, de una manera clara y coloquial, cómo obtener o renovar un permiso de trabajo y residencia o una exención de visado. Está dedicada a Lucrecia Pérez, la inmigrante dominicana asesinada hace dos años en Aravac...

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La mayor parte de los 12.000 dominicanos que viven en Madrid -la mitad sin permiso de trabajo y residencia- son mujeres empleadas en el servicio doméstico. A ellas y a otras inmigrantes dedicadas a estas tareas va dirigida la guía Lo que hay que saber, editada por la Asociación de Mujeres Dominicanas en España (AMDE).

La publicación, de 30 páginas y fácil manejo, explica, de una manera clara y coloquial, cómo obtener o renovar un permiso de trabajo y residencia o una exención de visado. Está dedicada a Lucrecia Pérez, la inmigrante dominicana asesinada hace dos años en Aravaca por motivos racistas.

También informa de las condiciones mínimas exigibles en el servicio doméstico: contrato, jornada laboral, vacaciones, horas extras. Asimismo, recopila direcciones y teléfonos de las entidades que ofrecen asesoría jurídica gratuita, atención sanitaria para indocumentados, alojamientos, cursos, etcétera.

Según las autoras, las inmigrantes dominicanas empleadas en el servicio doméstico cobran una media de 70.000 pesetas mensuales y suelen contar con contrato, ya que lo precisan para obtener un permiso de trabajo y residencia en España.

Buena parte de estas asistentas son mujeres con una formación superior al puesto que desempeñan. Pero entraron al servicio doméstico como una forma de ganarse la vida y de conseguir regularizar su situación legal en España. La movilidad laboral es escasa.

El principal problema es su prolongada jornada, que a menudo llega a las 14 o 15 horas diarias. Por eso, la guía aconseja a las inmigrantes que intenten fijar sus condiciones laborales por escrito, para que luego no haya abusos ni malas interpretaciones.

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En la publicación han colaborado el Instituto de la Mujer y el Instituto de Estudios Políticos para América Latina y África (IEPALA). Se han editado 3.000 ejemplares en castellano, que se repartirán en los lugares habitualmente frecuentados por las inmigrantes dominicanas.

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