Reportaje:

A falta de agua, cascada de ideas

Diez expertos proponen soluciones concretas para atajar la grave sequía que padece media España

La sequía del sur de España no es algo excepcional, pero la situación de este invierno, tras cuatro años de escasez de precipitaciones y un otoño especialmente parco en agua, da al panorama tintes de emergencia. En Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha, Murcia y Alicante, la lluvia caída en los últimos cuatro años no ha llegado en algunas zonas ni al 50% de la media. Dos millones de andaluces sufren restricciones de agua; con situaciones especialmente dramáticas como la de la Bahía de Cádiz, con el cuarto año ya de restricciones. A falta de agua, buenas son las ideas y, sobre todo, el sen...

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La sequía del sur de España no es algo excepcional, pero la situación de este invierno, tras cuatro años de escasez de precipitaciones y un otoño especialmente parco en agua, da al panorama tintes de emergencia. En Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha, Murcia y Alicante, la lluvia caída en los últimos cuatro años no ha llegado en algunas zonas ni al 50% de la media. Dos millones de andaluces sufren restricciones de agua; con situaciones especialmente dramáticas como la de la Bahía de Cádiz, con el cuarto año ya de restricciones. A falta de agua, buenas son las ideas y, sobre todo, el sentido común y la planificación. Aquí las de algunos expertos, que pueden contribuir a encontrar no sólo salidas de emergencia, sino vías más duraderas de arreglo.Elías Fereres. Catedrático de Agrónomos de la Universidad de Córdoba. "En España siempre ha habido periodos y zonas de sequía. Llueve lo mismo que hace 1.000 años, el problema es que ha aumentado mucho la demanda, y el 80% de la demanda actual es para cultivos de regadío. En este campo, la investigación y la tecnología de uso del agua han avanzado mucho, pero no han llegado al usuario. Ha y dos vías sobre las que se puede actuar: cambiar las tarifas del agua de forma que se mida y se cobre por cantidad consumida y no por hectárea regada y educar al regante sobre las técnicas de uso de agua para aprovecharla lo más posible. Hacen falta incentivos económicos, como que la tarifa sea la doble a partir de cierta cantidad consumida".

Roque Gistau. Gerente del Canal de Isabel II (Madrid) y presidente de la Asociación Española de Empresas de Abastecimiento de Aguas. "En épocas de escasez se puede ahorrar hasta un 20% del consumo de agua en una ciudad; con campañas de educación y concienciación y suspendiendo determinados usos como el lavado de calles, alcantarillas y coches y el riego de césped. Es absurdo que en plena meseta castellana haya 5.000 hectáreas de césped que se riega con agua potable. Hay que subir el precio del agua; es muy barata. Y controlar las fugas de las redes de abastecimiento urbano, que se sitúan en una media de entre el 20% y 25%. En el consumo agrícola hay que disponer de más medidas de control y establecer unas cuotas muy claras; todo, lo que se pase de un límite debe estar gravado, con precios disuasorios. En industria hay que promocionar los proceso,s de recuperación y reutilización del agua".

Inocencio Font. Meteorólogo. "Somos un país sin memoria histórica. No podemos predecir un periodo de sequía como el actual, que es de los más importantes del siglo para la mitad sur de España, pero sí deberíamos tener en cuenta que estas sequías extremas se producirán y que además no tienen por qué afectar siempre a las mismas áreas. Echo en falta interés por hacer estudios detallados del clima en España, que faltan. También es verdad que desde los años sesenta el clima mundial, que por definición es variable, tiene mayores irregularidades. Está habiendo una acumulación de acontecimientos meteorológicos de los que ninguno es singular, pero lo original es que se produzcan todos casi al mismo tiempo y lo que complica el panorama futuro es la acción del hombre, que está produciendo un calentamiento no natural del planeta".

José García Rey. Portavoz para temas de agua de la Confederación Ecologista Pacifista Andaluza (CEPA). "La de ahora no es una situación excepcional. Se puede prever y prevenir. Hay que invertir más dinero en prospecciones de las aguas subterráneas y en fomentar el ahorro. Somos el tercer país del mundo, tras EE UU y Canadá, con mayor consumo de agua por habitante. Ha habido incrementos del consumo inconcebibles, incluida la agricultura, que las Confederaciones Hidrográficas no han controlado. Se riegan hasta los olivos, se construyen campos de golf, se plantan hectáreas y hectáreas de césped... Además, no se puede entender que, en épocas de cine emergencia, haya que usar agua potable en determinadas áreas como la construcción o el lavado de coches. Es inadmisible que se pongan ladrillos con agua potable. No hay que invertir en trasvases, dado su gran impacto ambiental, sino en eficiencia: en mejorar los regadíos y las redes de distribución".

Ramón Llamas. Catedrático de Hidrogeología de la Universidad Complutense de Madrid. "Lo primero: conseguir que funcionen mejor las Confederaciones Hidrográficas, con más personal y más conocimiento de, las aguas subterráneas. Es absurdo que sólo se recurra a ellas cuando hay emergencias. Hay que cambiar el énfasis puesto hasta ahora en el hormigón por un mejor conocimiento de la hidrología; y en reforzar los técnicos de la Administración dedicados a esto. No se puede dejar la elaboración del Plan Hidrológico Nacional (PHN) en manos de cuatro empresas de consulting. Hay cosas absurdas en este país. Por ejemplo, las estaciones de medición del caudal de los ríos dan errores de hasta el 400%. ¿Cómo planificar si no sabemos lo que tenemos entre manos? Tampoco es de recibo declarar de interés general todas las obras hidráulicas, para que las paguemos todos los españoles. Además, hay que subir los precios del agua y hacer campañas permanentes para su mejor USO. Hace falta un Plan Hidrológico, pero no el que presentó Borrell, que pretendía coser España con tuberías".

Adrián Baltanás. Director general de Obras Hidráulicas. "Hay que ahorrar agua, hacer trasvases y revisar al alza los precios. Y hacer un esfuerzo para sacar adelante el PHN, la mejor muestra de que el Gobierno es previsor. El plan marca las pautas adecuadas: conseguir un ahorro neto del 8% por mejora de los canales de distribución, multiplicar por tres la capacidad de grandes trasvases, multiplicar por diez la reutilización de agua y multiplicar por 15 la capacidad de desalación. Estoy de acuerdo en que hay que modernizar los regadíos -en ello estamos- y en que hay que pagar más por el agua, sobre todo a partir de unos niveles de consumo que caen en el despilfarro. Nos debemos comparar con zonas como California, con un clima, extensión y población similares a España. Allí tienen una capacidad de hacer trasvases 20veces mayor a la nuestra".

Rafael Fernández Rubio. Hidrogeólogo, presidente del Club de las Aguas Subterráneas. "En primer lugar, es necesario ahorrar agua, tomar conciencia de que es un recurso limitado, por mucho que la podamos pagar, porque tenemos un clima muy irregular. Pero además, en España, las dos terceras partes del territorio podrían disponer de recursos de aguas subterráneas. La filosofía moderna sobre su aprovechamiento es estar preparados para hacerlo en los periodos de sequía, pero dejar de hacerlo en cuanto no sea imprescindible para no agotar el recurso. Se deben hacer muchos más sondeos, que estén equipados, preparados para conectarlos a la red y también proteger la calidad de agua de los acuíferos. En España faltan estudios integrados, de síntesis, y una política de gestión de las aguas subterráneas, a pesar de que ya hay 12 millones de personas que se surten de ellas".

Felipe González de Canales. Presidente de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Andalucía. "Lo que hace falta es que el PHN se apruebe ya. Urge que se ponga en marcha ya. Las grandes obras de infraestructura están paralizadas. Reconozco que hay que aplicar nuevos sistemas de regadío para resolver las graves pérdidas actuales, que llegan a superar el 40%. Es un error enorme no corregir las fugas en las redes de distribución. Pero los agricultores deben contar con planes de financiación para modernizar sus regadíos. Los agricultores y ganaderos de Andalucía hemos perdido 200.000 millones por la sequía en el último año. Además, hay que concienciar a la UE del problema que representa la sequía en nuestro país para captar más fondos".

Francisco García Novo. Catedrático de Ecología de la Universidad de Sevilla. "Lo primero: ser conscientes todos de que el agua no viene del grifo, sino que es un recurso que exige una gestión y una corresponsabilidad. Ahora se actúa de forma demasiado local. Hay que discutir a fondo la rentabilidad de algunos usos y quién ha de hacer las infraestructuras, cómo, por qué, quién las ha de pagar. Y con ese análisis se verá que puede haber usos de agua que deben abandonarse, como algunos regadíos. El PHN ha sido un intento; pero lo han hecho mal. Hay que reutilizar más las aguas ya usadas. Subir su precio. Trasvases, los menos posibles. La Administración debe adaptarse a las cuencas. En definitiva, tomarse la gestión del agua como algo de la misma trascendencia que la sanidad o la educación. No dejar este asunto aparcado o en un segundo plano, como hasta ahora. Lo que es inaceptable es que una Administración de un país desarrollado lleve meses esperando a ver si llueve y haya dejado la libreta casi a cero".

Santiago Martín Barajas. Portavoz para temas de agua. de la Coordinadora de Organizaciones, de Defensa Ambiental (CODA, más de 160 asociaciones): "Es un problema sobre todo de mala gestión. "Málaga y Granada tienen restricciones. Pues en Málaga se construyó hace pocos años el embalse de Guadalhorce sin tener en cuenta que dentro había una fuente salina que inutiliza las aguas embalsadas. En Granada se hizo el embalse de Canales con un dique inestable. Hace falta mejorar la gestión y la eficiencia. Las pérdidas en las redes urbanas de distribución y en los canales de regadíos superan incluso el 40%. Frente a eso se ha seguido una política hidráulica malgastando miles de millones de pesetas sólo en obras; cuando lo lógico es que dediquen todo ese dinero a evitar esas fugas de agua y a subvencionar a los agricultores para que instalen técnicas más eficientes de regadío, por goteo".

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