Objetores ideales

Móstoles convierte la prestación social en un ejemplo de organización

En la sede de objeción de conciencia para Protección Civil de Mostoles (199.000 habitantes) no hay ni un solo juego para matar el tiempo. Los 44 objetores, de entre 20 y 30 años, que actualmente realizan la prestación social sustitutoria en Móstoles ocupan sus ocho horas participando en distintos programas destinados al cuidado del medio ambiente o a la seguridad de la población. Se trata de iniciativas a la carta comparadas con las escasas ideas que otros municipios ponen en funcionamiento para sus objetores.Aunque no tienen la suficiente capacidad ni la autoridad de un policía local, los obj...

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En la sede de objeción de conciencia para Protección Civil de Mostoles (199.000 habitantes) no hay ni un solo juego para matar el tiempo. Los 44 objetores, de entre 20 y 30 años, que actualmente realizan la prestación social sustitutoria en Móstoles ocupan sus ocho horas participando en distintos programas destinados al cuidado del medio ambiente o a la seguridad de la población. Se trata de iniciativas a la carta comparadas con las escasas ideas que otros municipios ponen en funcionamiento para sus objetores.Aunque no tienen la suficiente capacidad ni la autoridad de un policía local, los objetores mostoleños salen cada día a la calle pertrechados con una cazadora de color naranja fluorescente y una señal de stop en las manos, con la que organizan el movimiento de 4.000 escolares por los pasos de cebra situados en las proximidades de ocho colegios públicos.

Con este programa de reciente creación, los jóvenes han calado en el corazoncito de las madres de los escolares, quienes opinan que se trata de una forma útil de desempeñar la prestación social sustitutoria, aunque también hay quien opina que deberían estar "haciéndose hombres en la mili".

Tan conocida es la labor de los integrantes de dicho programa, que decenas de vecinos del Camino de Humanes exigieron hace un mes los servicios de estos objetores para un paso de cebra en el que se produjo el atropello a un peatón. Según el responsable de la prestación social en el apartado de Protección Civil, José López, "esta labor es una de las más reconocidas por la población".

Pero no sólo se trata de dar paso a los escolares en los cruces conflictivos. El municipio de Móstoles destaca de los del resto de la región por ser el que mayor número de alternativas ofrece a los jóvenes que deciden evitar la mili. El proyecto estrella del año pasado fue la elaboración de planes de emergencia para los centros escolares del municipio, que requieren una cierta formación por parte de los objetores.

"Nosotros no elegimos a las personas que van a hacer la prestación, pero sí solicitamos que para Protección Civil en concreto tengan un nivel de BUP o FP", precisa José López.

En pocos meses, este colectivo visitó varios colegios, trazó sus planos señalando las salidas de emergencia y explicó a los chavales en las propias aulas cómo evacuar el centro en caso de incendio.

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Ahora, decenas de colegios e institutos de Móstoles aguardan a que les lleguen sus planes propios de emergencia.

"Mucho trabajo para como nos tratan", explica Jesús Montoro de 25 años, refiriéndose al sistema en general y no a Móstoles en particular. Este ingeniero técnico forestal que objetó "porque es la forma menos estúpida de perder el tiempo", opina que "somos los más denostados porque nos pagan 1.500 pesetas mensuales con un retraso de hasta siete meses y las 45.000 para ropa nos llegan casi al final de la prestación, cuando a los militares se la dan nada más pisar el cuartel".

Montoro además considera injusto que el tiempo de prestación sustitutoria (13 meses) supere al de servicio militar, y su única ale gría diaria llega con el contacto de los niños a los que da paso en zonas peatonales, "que a veces me quieren cambiar sus cazadoras por el chaleco o me preguntan dónde estuve ayer, si por alguna circunstancia no me vieron en su paso de cebra".

Roberto Palomo, fotógrafo de 22 años, se queja del tiempo que tardan en incorporarse a la prestación desde que objetan. En su caso, perdió el trabajo en el que logró cierta estabilidad por ingresar en su nuevo cometido. Cuando salga dentro de cinco mes es tendrá que enfrentarse de huevo al tormento de la búsqueda de un puesto de trabajo.

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