Los jesuitas refundan la Compañía de Jesús en la era de Wojtyla

La Congregación General debatirá en 1995 una amplia reforma

La Congregación General, el órgano supremo de la Compañía de Jesús, que comenzará en Roma el próximo 5 de enero y debe concluir antes del 25 de marzo, tiene aire de refundación. Uno de sus objetivos es actualizar las Constituciones escritas de su puño y letra por San Ignacio de Loyola y "adaptarlas a la situación actual" y a la Nueva Evangelización de Juan Pablo II, que "no es una vuelta a la Iglesia preconciliar, aunque muchos temieran que lo fuera", explica Peter-Hans Kolvenbach, el hombre que ha devuelto la Compañía a un clima de "colaboración" y "armonía" con el papado.Hay novedades im...

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La Congregación General, el órgano supremo de la Compañía de Jesús, que comenzará en Roma el próximo 5 de enero y debe concluir antes del 25 de marzo, tiene aire de refundación. Uno de sus objetivos es actualizar las Constituciones escritas de su puño y letra por San Ignacio de Loyola y "adaptarlas a la situación actual" y a la Nueva Evangelización de Juan Pablo II, que "no es una vuelta a la Iglesia preconciliar, aunque muchos temieran que lo fuera", explica Peter-Hans Kolvenbach, el hombre que ha devuelto la Compañía a un clima de "colaboración" y "armonía" con el papado.Hay novedades importantes propuestas para que las debatan los 233 jesuitas que asistirán a esta 34 congregación, la octava extraordinaria que se celebra en los cuatro siglos de la compañía. Las restantes fueron convocadas para elegir al Presbítero General: la última en 1983, cuando Kolvenbach sucedió a Pedro Arrupe y acabó uno de los periodos más conflictivos de una orden nacida bajo la sospecha de herejía por su empeño en sacar al mundo la vida religiosa encerrada en los conventos.

"Es verdad que, hace 20 años, en la congregación 32, la compañía conoció tensiones con la Santa Sede. Esta vez hemos colaborado con el Papa en la preparación, aceptando sus sugerencias", comentó ayer Kolvenbach.

Por sugerencia del Papa, por ejemplo, la 34 congregación debatirá si la compañía renuncia al privilegio de que todos sus miembros no profesos, prácticamente todos los que no tienen cargo, hagan votos de pobreza, castidad y obediencia simplemente "condicionados", que el Presbítero puede disolver sin recurrir al Vaticano. Juan Pablo II, en cambio, ha recomendado no debatir la posibilidad de que todos los jesuítas hagan los tres mismos votos, ni la propuesta de un término temporal al mandato del Presbítero General.

La aspiración a borrar las diferencias de estatuto entre los miembros es antigua en la orden, que en 1974 debatió la extensión a todos del cuarto voto -el de obediencia al Papa- que hacen sólo los profesos. Los temas sociales planteados en aquella asamblea fueron, sin embargo, la mayor fuente de conflicto con Pablo VI y luego con su sucesor, Juan Pablo II, que se planteó incluso intervenir la Compañía de Jesús nombrando un comisario, hasta que la llegada del cauto Kovenbach calmó los ánimos.

Relaciones con el Vaticano

"Las relaciones con la Santa Sede son armoniosas, aunque creo que podrían ser mejores", insiste este jesuíta holandés, para quien la pérdida de "aproximadamente el 1% de sus miembros" que la Compañía experimenta cada año es la simple consecuencia "de que los jesuítas también mueren, y los novicio! no compensan los fallecimientos. No es que el 1% anual nos dejen para casarse", añade con soma, en recuerdo de la sangría que su orden sufrió en los años posteriores al concilio. En enero de 1994 había 23.179 jesuítas en el mundo.La Congregación General deberá "buscar las raíces de donde brotan las injusticias del mundo actual", se dice en las propuestas de debate preparadas con amplias consultas previas. "Se podrían mencionar los elementos negativos de la cultura actual (consumismo, individualismo, apatía) y exhortar a promover la sencillez de la vida, la solidaridad", añade el texto, que menciona, además, "los derechos humanos, la búsqueda de un nuevo orden político y económico".

"La identificación visible de jesuíta", la vida comunitaria y la eventual asociación de seglares en periodos de prueba, como los laicos japoneses son admitidos en los monasterios budistas, son otros temas recomendados para la gran asamblea.

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