El homicida de Alcalá confiesa que mató a su amigo por una vieja afrenta

Un recuerdo mató a Francisco Javier López, de 25 años. Fue en Alcalá de Henares (166.000 habitantes), en una casa en obras, en la noche del domingo al lunes. Sobre el cuerpo de Francisco Javier centelleó un cristal empuñado supuestamente por su amigo del servicio militar José M. S., de 23 años. Este le mató porque, entre los vapores del alcohol, Francisco Javier le había reprochado un episodio de la mili, cuando el homicida le acusó ante los superiores de consumir hachís. La reacción fue fulminante. Y José mató. Así consta en el parte facilitado ayer por la Jefatura Superior de Poli...

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Un recuerdo mató a Francisco Javier López, de 25 años. Fue en Alcalá de Henares (166.000 habitantes), en una casa en obras, en la noche del domingo al lunes. Sobre el cuerpo de Francisco Javier centelleó un cristal empuñado supuestamente por su amigo del servicio militar José M. S., de 23 años. Este le mató porque, entre los vapores del alcohol, Francisco Javier le había reprochado un episodio de la mili, cuando el homicida le acusó ante los superiores de consumir hachís. La reacción fue fulminante. Y José mató. Así consta en el parte facilitado ayer por la Jefatura Superior de Policía de Madrid y que se basa en la confesión del supuesto criminal.

El cadáver de Francisco Javier fue descubierto a primera hora de la mañana en un descampado de la calle de los Reyes Católicos, en la localidad de Alcalá de Henares. El cuerpo presentaba un fuerte golpe en la cabeza y numerosos cortes en el cuello. La policía encontró entre las ropas de la víctima dinero y documentación. Desde el principio se descartó como móvil del crimen el robo, y las pesquisas de la Policía Judicial se dirigieron, con éxito, hacia una persona del entorno del asesinado.

La reconstrucción policial sostiene que posiblemente ambos amigos consumieron bebidas. Recorrieron diversos locales, ubicados en las calles de Pedro de Valdivia y de Nuestra Señora de Belén. Francisco Javier comentó que se había marchado de su casa. José, siempre según el relato policial, le invitó a pasar la noche en su casa. Francisco Javier se negó. No le apetecía estar con el padre de José.

Decidieron entonces pasar la noche en una obra en construcción. Caminaron por un despoblado. Una vez allí, brotó la memoria del episodio vivido durante el servicio militar. Se desató la pelea. José reaccionó violentamente y le mató.

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