Belgrado aprueba tácitamente los ataques contra el enclave musulmán
Los ataques de las fuerzas serbias de Bosnia contra el enclave musulmán de Bihac, apoyadas por los secesionistas serbios de Krajina (Croacla), cuentan con el apoyo tácito del Gobierno de Belgrado -capital de la nueva Yugoslavia, integrada por Serbia y Montenegro-, que los considera acciones de legítima defensa.A pesar de sus repetidos llamamientos a favor de un alto el fuego en Bosnia, los dirigentes de Belgrado se han abstenido hasta ahora de condenar las operaciones llevadas a cabo por los serbobosnios contra el enclave de Bihac, en el noroeste de Bosnia.
La participación de las fuerz...
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Los ataques de las fuerzas serbias de Bosnia contra el enclave musulmán de Bihac, apoyadas por los secesionistas serbios de Krajina (Croacla), cuentan con el apoyo tácito del Gobierno de Belgrado -capital de la nueva Yugoslavia, integrada por Serbia y Montenegro-, que los considera acciones de legítima defensa.A pesar de sus repetidos llamamientos a favor de un alto el fuego en Bosnia, los dirigentes de Belgrado se han abstenido hasta ahora de condenar las operaciones llevadas a cabo por los serbobosnios contra el enclave de Bihac, en el noroeste de Bosnia.
La participación de las fuerzas de la autoproclamada República Serbia de Krajina (RSK) en los ataques, en particular la utilización de su aeropuerto de Udbina, situado a 30 kilómetros al sur de Bihac, para los bombardeos no ha sido jamás reconocido oficialmente por Belgrado.
El estado mayor de la RSK desmintió ayer la intervención de su aviación y pidió a las Fuerzas de Protección de la ONU (Unprofor) el "despliegue de observadores militares" en el aeropuerto citado.
La implicación de la RSK en la guerra de Bosnia no sería posible sin el apoyo tácito de Belgrado, según los analistas militares. Su intervención se produce precisamente en un momento en que los esfuerzos de normalización entre Belgrado y Zagreb, la capital croata, se encuentran en punto muerto. Al mismo tiempo, el embargo económico decretado por Belgrado contra los serbios bosnios ha contribuido a que se produzca un acercamiento entre éstos y los serbios de Croacia, víctimas directas del embargo.
Desde la ruptura con los serbobosnios, Belgrado suele denunciar con cierta regularidad el rechazo "suicida" de aquéllos al plan de paz propuesto por los mediadores internacionales en el conflicto.