Entrevista:

"Un ministro que tenga miedo a volar no es rentable"

En Norteamérica son habituales los cursos para perder el miedo al avión; en Madrid comenzaron hace cuatro años. Volar es, según muestran las estadísticas, el medio de transporte más seguro; sin embargo, de nada les sirve este argumento a los que sienten pánico a ascender por los aires metidos en un cacharro. A esos auténticos sufridores de los vuelos está dirigido el curso de los próximos días 18 y 19 de noviembre, y que imparte el doctor Enrique Gil Nagel, durante muchos años psiquiatra del personal de vuelo de Iberia y hoy centrado en su consulta privada. Él, durante su estanci...

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En Norteamérica son habituales los cursos para perder el miedo al avión; en Madrid comenzaron hace cuatro años. Volar es, según muestran las estadísticas, el medio de transporte más seguro; sin embargo, de nada les sirve este argumento a los que sienten pánico a ascender por los aires metidos en un cacharro. A esos auténticos sufridores de los vuelos está dirigido el curso de los próximos días 18 y 19 de noviembre, y que imparte el doctor Enrique Gil Nagel, durante muchos años psiquiatra del personal de vuelo de Iberia y hoy centrado en su consulta privada. Él, durante su estancia en Virginia (Estados Unidos) hace unas décadas, participó en el programa de selección de los primeros astronautas americanos. Con la perspectiva de la Luna, le resulta fácil animar a perder el miedo a los que ya palidecen ante un simple puente aéreo.Pregunta. Usted, durante sus años de Iberia, ¿también comprobó que hay pilotos y azafatas que pasan miedo?

Respuesta. Son excepciones, pero sí. Entre los pilotos no era tanto el miedo a volar como el miedo a las tormentas. Se les daba de baja aunque el origen del miedo era por lo que se denomina un desplazamiento, es decir, se vuelca el miedo en algo concreto aunque se esconden otras causas como pueden ser el estrés, los problemas familiares, etcétera. Entre las azafatas tal vez puedan darse más casos de miedo.

P. ¿Cuánto tiempo llevan con estos cursos en Madrid?

R. Cuatro años. Era algo necesario de hacer en España. En Norteamérica son habituales desde hace mucho; allí hay hasta clínicas. En Estados Unidos se ha publicado un libro, Los nudillos blancos, que es por lo que reconocen las azafatas a los que tienen crisis de ansiedad y se agarran al asiento.

P. Hable del curso.

R. El comandante Del Campo, que es un piloto de Iberia muy experimentado, lleva la cuestión racional del vuelo. Lo mío es lo irracional. A los alumnos les tranquiliza mucho que les expliquen cómo se construye un avión, el origen de los ruidos, las medidas de seguridad y otros aspectos técnicos. Yo analizo cada caso y estudio las causas del miedo y los sistemas de relajación. El segundo día hacemos un vuelo a Barcelona.

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P. ¿Y notan que es mejor la vuelta que la ida?

R. Sin duda. El viaje de ida es malo, hacemos psicoterapia casi en grupo, yo me centro en los que lo están pasando peor (taquicardias, mareo, palidez).

P. ¿Cuál es el perfil del alumno?

R. Muchos ejecutivos y personas que se ven obligadas a volar. Debido a esta enfermedad, hay mucha gente que ha renunciado a promocionarse en su empresa. Hoy a los políticos, además de la comprobación de su patrimonio... se debería evaluar si tienen miedo a volar porque un ministro que lo tenga no es rentable. Si lo superan y viajan, llegan después agotados a la reunión.

P. ¿Y el aprendizaje no se olvida?

R. No; es un consejo práctico que permanece.

P. ¿Cuántas personas tienen miedo a volar?

R. Entre un 18% y un 25%.

Cómo perder el miedo a volar. 18 y 19 de noviembre. 52.000 pesetas. Incluye desplazamiento en avión. Grupo Especial Directivos. Orense, 39. Tel. 556 64 11.

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