Clinton no pudo evitar el desastre del Partido Demócrata

La ola conservadora, con el triunfo de los republicanos en las elecciones legislativas del martes, ha barrido a los demócratas del Senado y la Cámara de Representantes de EE UU y ha puesto contra las cuerdas a Bill Clinton. Además del Senado (53 a 47), los republicanos controlarán la Cámara de Representantes (230 a 204, y un independiente, según datos provisionales) por primera vez en 40 años, y la mayoría de los gobernadores de los Estados (30 a 17, y un independiente y dos sin decidir).Clinton admitió ayer su' parte de responsabilidad en la derrota y se mostró dispuesto a trabajar con los re...

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La ola conservadora, con el triunfo de los republicanos en las elecciones legislativas del martes, ha barrido a los demócratas del Senado y la Cámara de Representantes de EE UU y ha puesto contra las cuerdas a Bill Clinton. Además del Senado (53 a 47), los republicanos controlarán la Cámara de Representantes (230 a 204, y un independiente, según datos provisionales) por primera vez en 40 años, y la mayoría de los gobernadores de los Estados (30 a 17, y un independiente y dos sin decidir).Clinton admitió ayer su' parte de responsabilidad en la derrota y se mostró dispuesto a trabajar con los republicanos, pero sin comprometer sus convicciones y regresar a "viejas políticas fracasadas". Paradójicamente, la fuerte oposición que encontrará ahora en el Capitolio hará a Clinton más difícil llevar a cabo su programa. El presidente aboga por reformas en la sanidad, en la asistencia social y por un mayor control de los grupos de presión. Ahora va a tener que luchar con ultraliberales que desean menos intervención del Estado y menos impuestos.

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La primera reacción de los nuevos líderes republicanos del Congreso fue la de ofrecer su cooperación. "Quiero hacerle saber que queremos trabajar juntos en aquellos asuntos en que podamos hacerlo", señaló Robert Dole, jefe de la mayoría en el Senado, al presidente. No se espera, sin embargo, que el resultado de este martes negro para los demócratas tenga muchos efectos sobre la política exterior norteamericana.

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