La factura, la copia, el diario y el Ritz

"De Jonathan Aitken al hotel Ritz: "Mi factura fue cargada a la cuenta de mi amigo, Mr Ayas(...) Lamentablemente, parece que he extraviado mi copia, la cual necesito por razones de contabilidad personal". Esta carta, con el logotipo de la Cámara de los Comunes y firmada por el secretario personal de Aitken, un funcionario llamado Jeremy Wright, llegó, en mayo pasado, a través del fax al hotel Ritz de París. Y está en el origen de la última polémica política y periodística que sacude el Reino Unido.El director del hotel cursó la copia de la factura solicitada al número de fax que figuraba in ...

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"De Jonathan Aitken al hotel Ritz: "Mi factura fue cargada a la cuenta de mi amigo, Mr Ayas(...) Lamentablemente, parece que he extraviado mi copia, la cual necesito por razones de contabilidad personal". Esta carta, con el logotipo de la Cámara de los Comunes y firmada por el secretario personal de Aitken, un funcionario llamado Jeremy Wright, llegó, en mayo pasado, a través del fax al hotel Ritz de París. Y está en el origen de la última polémica política y periodística que sacude el Reino Unido.El director del hotel cursó la copia de la factura solicitada al número de fax que figuraba in dicado en ella. Pero el número de fax en cuestión, lejos de ser el de la oficina del secretario del Tesoro, Jonathan Aitken, en realidad era el correspondiente a The Guardian.

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El periódico había utilizado una carta original de Aitken para falsificar un fax con destino al hotel Ritz. Sin embargo, la copia de la factura solicitada obraba en poder del diario desde tiempo atrás. El propio dueño del Ritz y de los almacenes Harrods de Londres, el. financiero egipcio Mohamed Al-Fayed, se la había entregado en mano al periódico.

La copia sólo pretendía poner a resguardo el buen nombre del hotel, un paraíso de lujo y discreción que jamás habría cooperado con el periódico, y el de la fuente esencial de The Guardian, el diario inmerso en una áspera batalla contra el Gobierno conservador.

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