Los socialistas vascos aprobarán hoy su negativa a entrar en un Gobierno con EA

El Comité Nacional del Partido Socialista de Euskadi. (PSE-EE) descartará hoy, previsiblemente, la participación en un Gobierno tripartito con presencia de Eusko Alkartasuna (EA) y fijará los criterios de la hipotética participación socialista en un Ejecutivo de coalición sólo con el PNV. La fórmula tripartita, propuesta por el lehendakari José Antonio Ardanza, ha sido unánimemente rechazada, por las bases del PSE-EE, que se muestran, sin embargo, mucho más divididas a la hora de pronunciarse sobre la reedición del pacto con el PNV.

Mientras en Álava la mayoría se ha decantado claram...

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El Comité Nacional del Partido Socialista de Euskadi. (PSE-EE) descartará hoy, previsiblemente, la participación en un Gobierno tripartito con presencia de Eusko Alkartasuna (EA) y fijará los criterios de la hipotética participación socialista en un Ejecutivo de coalición sólo con el PNV. La fórmula tripartita, propuesta por el lehendakari José Antonio Ardanza, ha sido unánimemente rechazada, por las bases del PSE-EE, que se muestran, sin embargo, mucho más divididas a la hora de pronunciarse sobre la reedición del pacto con el PNV.

Mientras en Álava la mayoría se ha decantado claramente por irse a la oposición, postura que encabeza el anterior vicelehendakari Fernando Buesa, en Guipúzcoa las posiciones parecen más equilibradas, y es en Vizcaya donde los partidarios de seguir formando parte del Gobierno disponen de mayor apoyo, aunque esa disposición está directamente condicionada al número e importancia de las carteras que puedan corresponder en el reparto. "Si el PNV quiere gobernar con nosotros nos debe dar condiciones suficientes", advirtió ayer el líder del PSE-EE, Ramón Jáuregui.Algunos dirigentes del PSE-EE sostienen que la severa derrota electoral, con su consiguiente merma de escaños, no tiene por qué tener un reflejo exacto en el reparto de las carteras dado que el PNV, al que reprochan haber capitalizado la acción del anterior Ejecutivo, necesita ahora los votos socialistas de forma más perentoria. El PNV, cuya Asamblea Nacional se reunió ayer, guarda silencio instalado formalmente en el mensaje de que el Gobierno tripartido es la fórmula adecuada para garantizar estabilidad y vertebración.

Con todo, por encima de las formulaciones retóricas, del juego de tanteos dirigidos no sólo a sondear sino también a confundir al adversario, la cautela sobre las verdaderas intenciones de algunos partidos parece una disciplina obligada. Cabe dudar, incluso de la sinceridad y, desde luego, de la trascendencia real de muchas de las declaraciones y pronunciamientos de estos días. La eventual negativa del PSE-EE a compartir con el partido de Carlos Garalkoelixea, EA, un gobiterno cuyas carteras deberían ser más reducidas, a tenor del propósito manifestado en la campaña tanto por los socialistas como por el PNV, podría ser utilizada como coartada por aquellos sectores de este último partido que se oponen a la entrada de un EA revitalizado anímicamente en las urnas.

Ardanza quiere a EA

A la búsqueda de la mayoría absoluta y de una alianza estable que asegure el control y la aplicación de una política homogénea en las tres provincias ante la proximidad de los comicios locales, José Antonio Ardanza, por el contrario, parece haberse erigido en defensor de la incorporación de EA. Estos últimos, que se reúnen también hoy para evaluar sus posibilidades y establecer las condiciones de su presencia en el futuro gobierno, son la única, fuerza política, excepción hecha del PNV, que no muestra reticencia alguna a participar en el ejecutivo de Vitoria. Su tesis es que un gobierno PNV-PSE, sin mayoría, estaría a expensas de la intervención, hasta ahora excepcional, de los parlamentarios de Herri Batasuna.El PP se mantiene a la expectativa del desenlace de esta primera ronda de contactos, aunque el objetivo de alzarse con la alcaldía de San Sebastián dentro de siete meses puede aconsejarle no quedarse al margen de las alianzas políticas que empezarán a gestarse. No oculta su deseo de que el PSE-EE pase finalmente a la oposición, y ahora que ha empezado a contar en el País Vasco, busca condicionar al PNV para, en última instancia, socavar los apoyos de que dispone el Gobierno de Felipe González. El juego acaba de empezar y ni siquiera puede descartarse un gobierno provisional, de transición, hasta las elecciones municipales.

El presidente de los populares en el País Vasco, Jaime Mayor Oreja, apuntó ayer, en declaraciones a Europa Press, que en el caso de que el Gobierno que consiga formar José Antonio Ardanza hasta las elecciones municipales esté formado sólo por el PNV y EA, o sea monocolor, el PP no tratará de desestabilizar ni jugará a su derribo. Mayor Oreja añadió que su partido no tiene como objetivo la inestabilidad por principio en el País Vasco, aunque precisó que si el PNV cierra un Gobierno tripartito, se cierra la situación provisional y se atendrá a que el PP se convierte, en ese momento, en la primera fuerza política de la oposición.

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