El alcalde republicano de Nueva York apoya a Cuomo como gobernador

Rudolph Giuliani, el alcalde de Nueva York, dio el lunes por la noche la campanada política al desmarcarse de su partido, el Republicano, y anunciar su apoyo a la reelección de Mario Cuomo como gobernador del Estado. Cuomo es una de las grandes figuras democratas de EEUU símbolo del ala más liberal del partido, y su reelección para un cuarto mandato está por el republicano Georges Pataki.

La noticia -que confirma el alto componente individual de la vida política norteamericana y la subordinación de los partidos a las personas- era calificada ayer por The New York Times como a...

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Rudolph Giuliani, el alcalde de Nueva York, dio el lunes por la noche la campanada política al desmarcarse de su partido, el Republicano, y anunciar su apoyo a la reelección de Mario Cuomo como gobernador del Estado. Cuomo es una de las grandes figuras democratas de EEUU símbolo del ala más liberal del partido, y su reelección para un cuarto mandato está por el republicano Georges Pataki.

La noticia -que confirma el alto componente individual de la vida política norteamericana y la subordinación de los partidos a las personas- era calificada ayer por The New York Times como asombrosa, explosiva y definitiva, y se explica por el ya conocido aprecio que Giuliani tiene por de Cuomo y, sobre todo, por su absoluto desprecio de las cualidades de Pataki y de su padrino político, el senador Alfonse D'Arnato."Pataki ofrece sólo el cambio por el cambio y personifica mejor que nadie la vieja clase política de Nueva York", señaló Giuliani, que cree que el candidato republicano hace su campaña electoral con un libro de frases hechas y que sus alternativas son malas para Nueva York.

Giuliani cree también que la espectacular promesa de Georges Pataki si gana el 8 de noviembre -la disminución de los impuestos en un 60%- es pura demagogia que tendría que abandonar si fuera gobernador. Cuomo ha manifestado su voluntad de ayudar a Nueva York, con permanentes problemas de tesorería, y ha hecho ver que el recorte salvaje de impuestos dejaría a la ciudad a la deriva, un argumento compartido por Giuliani.

El arriesgado Rubicón del alcalde de Nueva York, que le garantiza el odio eterno de sus companeros republicanos -en la medida en que da oxígeno a Mario Cuorno, que está 8 puntos por debajo de Pataki en los sondeos y que tiene ya redactada su necrológica política- tiene precedentes históricos. El alcalde más popular de Nueva York, Fiorello La Guardia, respaldó al candidato demócrata para gobernador del Estado en 1940.

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