Juzgado en la India un enfermo mental español que asegura haber sido torturado

El español Iñaki Ciganda, de 33 años, acusado de alteración del orden público, fue juzgado ayer en la pequeña localidad india de Dharmsala, a 350 kilómetros al noreste de Nueva Delhi, según indican fuentes consulares españolas.Ciganda, nacido en Pamplona, padece una enfermedad mental crónica que le inhabilita para trabajar y cobra del Estado español una pensión de invalidez. Gracias a estos ingresos vivía en el Estado de Hirnachal Pradesh desde hace meses y había trabado, amistad con una monja budista española.

Su familia solicitó en marzo al Ministerio de Asuntos Exteriores que le loca...

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El español Iñaki Ciganda, de 33 años, acusado de alteración del orden público, fue juzgado ayer en la pequeña localidad india de Dharmsala, a 350 kilómetros al noreste de Nueva Delhi, según indican fuentes consulares españolas.Ciganda, nacido en Pamplona, padece una enfermedad mental crónica que le inhabilita para trabajar y cobra del Estado español una pensión de invalidez. Gracias a estos ingresos vivía en el Estado de Hirnachal Pradesh desde hace meses y había trabado, amistad con una monja budista española.

Su familia solicitó en marzo al Ministerio de Asuntos Exteriores que le localizase, lo que únicamente logró hacer en agosto con motivo de una de sus estancias en Nueva Delhi cuando acudió a denunciar un robo del que había sido víctima. La Embajada de España le propuso entonces repatriarle, pero Ciganda declinó la oferta porque deseaba permanecer en la India.

Tras su detención y, a través de esta monja. budista, Ciganda se puso hace una. semana en contacto con EL PAÍS para denunciar las condiciones de su apresamiento y de su encarcelamiento. Lo hizo remitiendo a esta redacción un fax anónimo pero cuya firma y caligrafía han sido autentificadas por personas de su entorno.

"Agresión salvaje"

En la calle, asegura, fue primero "salvajemente agredido por la policía". Posteriormente, ya en la comisaría, fue de nuevo golpeado mientras estaba esposado y se le requisaron sus medicinas, motivo por el cual padece ahora una infección genital. Después de su ingreso en prisíón Ciganda fué "linchado" por reos y carceleros."Se me ha negado", cuenta en su carta, "toda posibilidad de comunicación" (teléfono, correo y asistencia de un abogado). "Prácticamente no me dan de beber ni de comer". "Hago mis necesidades en un plato y pis en un vaso". "Tengo un ojo extraviado de una patada, un diente partido, media cara insensible, la rodilla derecha lesionada y multitud de hematomas en la cabeza y columna". "Algún nervio de mi columna está seriamente dañado".

El juez de Dharmsala, que dará a conocer su sentencia en las próximas horas, barajaba, según fuentes diplomáticas españolas, dos opciones: ordenar su inmediata expulsión del país, a lo que se niega Ciganda, o su ingreso en un establecimiento psiquiátrico.

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A instancias de la monja budista, el Monasterio de Dharmsala se ha personado en el juicio ofreciendo hacerse cargo del acusado y ejercer una tutela sobre él hasta que remita la crisis de agresividad que actualmente padece.

Al cierre de esta edición, la Embajada de España en Nueva Delhi no había comunicado todavía al ministerio en Madrid la sentencia emitida por el juez.

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