Condenado un empresario por impedir una huelga al sustituir a los trabajadores que la hacían

Ángel Gil Oliver, un empresario de hostelería, ha sido condenado por la Audiencia de Palencia a dos meses de cárcel y 200.000 pesetas de multa como autor de un delito de impedimento del ejercicio legítimo del derecho de huelga. El empresario sustituyó a los trabajadores de su empresa que secundaron la huelga del sector en la Semana Santa de 1992. Según la sentencia, con su actitud desvirtuó las consecuencias de la huelga que, como todas, "tiene por finalidad causar daño, como medio de alcanzar un determinado objetivo, produciendo un perjuicio tanto al empresario como a los trabajadores".Inicia...

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Ángel Gil Oliver, un empresario de hostelería, ha sido condenado por la Audiencia de Palencia a dos meses de cárcel y 200.000 pesetas de multa como autor de un delito de impedimento del ejercicio legítimo del derecho de huelga. El empresario sustituyó a los trabajadores de su empresa que secundaron la huelga del sector en la Semana Santa de 1992. Según la sentencia, con su actitud desvirtuó las consecuencias de la huelga que, como todas, "tiene por finalidad causar daño, como medio de alcanzar un determinado objetivo, produciendo un perjuicio tanto al empresario como a los trabajadores".Inicialmente, el juez de lo Penal absolvió al empresario. Recurrida por el fiscal, la audiencia ha revocado la absolución y ha calificado la conducta enjuiciada como la "más nociva (junto con el cierre patronal) que el empresario puede seguir para la neutralización del derecho de huelga, desnaturalizándolo".

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