UN FINANCIERO EN PRISIÓN.

Ni huevos fritos ni mayonesa

De la Rosa se levanta a las 7.30 y aún no ha pisado el patio de la cárcel

Las primeras horas de Javier de la Rosa en la cárcel Modelo de Barcelona han transcurrido entre la celda y las revisiones médicas y psicológicas que pasan todos los presos. "Lo normal es que en los primeros días a los internos se les someta a una revisión y departan con el psicólogo para ver su estado general, tanto físico como psíquico", según fuentes de la Modelo.Los presos se mueven en tres estancias: la celda, el comedor y la sala donde se reúnen con el médico y el psicólogo. El patio está prohibido, lo mismo que ir a la biblioteca o cualquier otra actividad, hasta que dejan la unidad de i...

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Las primeras horas de Javier de la Rosa en la cárcel Modelo de Barcelona han transcurrido entre la celda y las revisiones médicas y psicológicas que pasan todos los presos. "Lo normal es que en los primeros días a los internos se les someta a una revisión y departan con el psicólogo para ver su estado general, tanto físico como psíquico", según fuentes de la Modelo.Los presos se mueven en tres estancias: la celda, el comedor y la sala donde se reúnen con el médico y el psicólogo. El patio está prohibido, lo mismo que ir a la biblioteca o cualquier otra actividad, hasta que dejan la unidad de ingresos y se alojan en una galería. Desde que está en la cárcel, De la Rosa ha tenido que cambiar sus costumbres. Se levanta a las 7.30, desayuna a las ocho, come a las dos y cena pronto, a las ocho de la tarde, según el Departamento de Justicia de la Generalitat.

Cuando Javier de la Rosa ingresó en la prisión Modelo de Barcelona, a las cuatro de la madrugada del martes, los funcionarios le obligaron a ducharse y le intervinieron algunos objetos personales, entre ellos dos relojes. Es la costumbre. Javier de la Rosa llevaba pastillas para dormir, y también le han sido intervenidas. Tras el reconocimiento médico, al financiero se le administró medicación sedante.

El financiero barcelonés es amante de la buena mesa. Le gustan los huevos fritos, la ensaladilla rusa y el pescado, sobre todo frío y con mayonesa.Pero en la prisión De la Rosa no come nada de eso. Su primera cena, la del miércoles, consistió en sopa, pescado y fruta. Como cualquier recluso. Anteayer le dieron para comer un menú compuesto por alubias guisadas, paletilla de cerdo y yogur. Ayer el menú fue: ensalada, canelones, calamares y fruta. Los presos pueden recibir comida de sus familiares, pero las entregas son controladas a la entrada.

También se permite a los internos tener una radio en su celda, así como libros y pápeles personales. La ropa se lava exclusivamente en la lavandería de la prisión, pero los reclusos pueden recibir ropa nueva de sus familiares. El financiero no llevaba ropa de repuesto cuando ingresó el martes de madrugada, pero ya se la han entregado sus abogados.

La celda que ha ocupado el financiero en la sección de ingresos de la cárcel durante casi tres días y dos noches tiene 30 metros cuadrados. Su nueva celda, a la que pasó anoche, está en la primera galería, destinada a los que no han estado nunca antes en prisión. Esta celda es más pequeña: apenas 12 metros cuadrados. En ella hay tres sillas, cuatro camas abatibles, un aseo y una mesa junto a la ventana que el financiero debe compartir con sus compañeros.Limpieza diaria

Los 2.000 reclusos que viven en la prisión Modelo tienen mucho tiempo libre, sobre todo si son recién llegados y, por tanto, están en el departamento de ingresos. En este departamento, De la Rosa ha hecho actividades mínimas, como la limpieza diaria de la celda y el aseo personal, "pero quitando esto los presos tienen tiempo libre para hacer lo que quieran sin dejar la celda", explican en la Modelo.

De la Rosa ha pasado los peores días de su vida en una celda con otros tres presos. "Todos ellos han ingresado en la cárcel por primera vez", dicen las fuentes citadas.

En los tres días que lleva en prisión, el financiero no ha pisado el patio. A partir de hoy podrá hacerlo. Y tendrá la posibilidad de realizar algunas actividades, siempre voluntariamente.

Lo que sí ha hecho De la Rosa ha sido entrevistarse con el director de la cárcel, ya que todos los reclusos tienen derecho a ello.

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