Los ancianos que viven en un colegio se resignan ante las quejas de los padres

Los 29 ancianos que viven, desde hace dos semanas, en uno de los dos edificios del colegio evangélico Casa de Paz, en El Escorial (8.100 habitantes), están tristes. Saben que los padres de alumnos han exigido que los ancianos no coincidan nunca con los 28 niños que estudian en el centro escolar. Los ancianos dicen resignados: "Nunca nos acercamos a ellos. Sólo, de vez en cuando, se aproximan para que juguemos con ellos".La Casa de Paz está constituida por dos edificios. Uno sirve de alojamiento provisional a 29 ancianos de una residencia evangélica de Arganda (27.800 habitantes) que está en ob...

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Los 29 ancianos que viven, desde hace dos semanas, en uno de los dos edificios del colegio evangélico Casa de Paz, en El Escorial (8.100 habitantes), están tristes. Saben que los padres de alumnos han exigido que los ancianos no coincidan nunca con los 28 niños que estudian en el centro escolar. Los ancianos dicen resignados: "Nunca nos acercamos a ellos. Sólo, de vez en cuando, se aproximan para que juguemos con ellos".La Casa de Paz está constituida por dos edificios. Uno sirve de alojamiento provisional a 29 ancianos de una residencia evangélica de Arganda (27.800 habitantes) que está en obras por dos meses.

Los niños y los ancianos coinciden un par de minutos en el patio del centro escolar (4.000 metros cuadrados). "Los abuelos sólo ven a los niños cuando éstos pasan delante de ellos para ir al recreo", comenta Daniel Vergara, el director del colegio.

Sin embargo, algunos padres ya han mostrado su disconformidad: "No queremos que compartan el patio. Los niños pueden contraer enfermedades. Habría que levantar una valla", piden los progenitores.

A Bernardino Bisquera, de 81 años, se le humedecen los ojos cuando oye estos comentarios: "Un día se me acercó un niño para jugar a la peonza. Otro día, enseñé a Rubén [3 años] a jugar a la rayuela. Desde entonces, cuando me ve, me llama abuelo. Es el momento más feliz del día", recuerda. "¿Qué tenemos los viejos que esta sociedad ya no nos quiere?", termina.

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