"Que venga Aznar con una oferta"

En el País Vasco UA observa al PP con desconfianza, Pelean por la misma tajada en Álava, y ambos son conscientes de que unidos podrían llegar a cotas insospechadas como auparse a la segunda fuerza de la Comunidad Autónoma. El partido de Aznar ha lanzado a los foralistas un mensaje genérico para colaborar en el futuro. Al secretario general de UA, Pablo Mosquera, médico nacido en Lugo hace 47 años, le ofrece poca credibilidad que "solo se acuerden de Álava en campaña", aunque les da una oportunidad.

Pregunta: ¿Qué es lo que más achaca al nacionalismo?

Respuesta: ...

En el País Vasco UA observa al PP con desconfianza, Pelean por la misma tajada en Álava, y ambos son conscientes de que unidos podrían llegar a cotas insospechadas como auparse a la segunda fuerza de la Comunidad Autónoma. El partido de Aznar ha lanzado a los foralistas un mensaje genérico para colaborar en el futuro. Al secretario general de UA, Pablo Mosquera, médico nacido en Lugo hace 47 años, le ofrece poca credibilidad que "solo se acuerden de Álava en campaña", aunque les da una oportunidad.

Pregunta: ¿Qué es lo que más achaca al nacionalismo?

Respuesta: Su egoísmo, que sean tan reaccionarios, y que hayan creado una sociedad con ciudadanos de primera, segunda, tercera y cuarta, aunque luego el lehendakari se vista de lagarterana y se vaya con una gaita donde los gallegos de Baracaldo-

P. Y eso, siendo gallego, le duele especialmente...

R. Claro, porque se pasa la vida recordando que ellos no son españoles. Me dolió muchísimo cuando Ardanza dijo que no existe la nación española, porque encima se convirtió en mi acomodador. Un acomodamiento en la Unión Europea que me parece injusto. Yo quiero estar en ese marco como un español, al igual que los franceses, o los ingleses, y Ardanza sólo nos deja que vayamos como vascos, catalanes o gallegos. Eso es ir de paria. Y me molesta del nacionalismo que en vez de negociar dinero para empresas públicas y solucionar el paro se han pasado todos estos años en confrontaciones con el Estado.

P. Además del nacionalismo, otro de sus frentes son los vizcaínos. ¿Qué les quitaría si pudiera?

R. La prepotencia y los 93.000 millones del metro de Bilbao, para invertirlos en polígonos industriales.

P. Ustedes dicen que comparar el PP con UA es como comparar los puerros y los espárragos. Sin embargo las europeas demostraron que su electorado es potencialmente el mismo. ¿Tan difícil es un acuerdo?

R. Claro que seríamos capaces de ponernos de acuerdo con el PP, pero siempre que rechazaran de plano un acuerdo con los nacionalistas. Para hablar con el PP tienen que abandonar cualquier triquiñuela que conduzca a la unión del centro derecha, y ese discurso agrupa al PP y al PNV, que se encuentran en la misma internacional. Podemos gobernar con cualquiera menos con el PNV. Por eso me gustaría que José María Aznar viniera a Vitoria y lo que quiere plantearme en la trastienda de un restaurante me lo dijera en la televisión pública. Estoy dispuesto y preparado para recibir una oferta generosa. Lo único que quiero es que me la haga en público para que los ciudadanos la conozan.

P. Surgieron de una escisión del PP. Han modificado su postura sobre la reinserción en su misma dirección, y tampoco apoyan la ampliación del aborto...

R. Pero nosotros somos más progresistas, apostamos por los servicios públicos, y seríamos capaces de ponernos dé acuerdo con los socialistas en la política social. Además estamos en contra de varias leyes que regulan el flujo económico entre las provincias mientras que el PP las apoya, y para nosotros Treviño es Alava. El PP aunque aquí diga eso en realidad piensa lo contrario.

P. UA ha demostrado ambición al intentar la vía regionalista, ¿no le motivan las perspectivas que se abririan con un acuerdo con Mayor Oreja?

R. Si hubiéramos querido un pacto a la navarra ya lo hubiéramos hecho, pero en esa provincia el nacionalismo está derrotado. Y aquí no. Los partidos grandes priman las decisiones de Madrid sobre las provinciales, y es muy difícil mantener la autonomía. Optamos por otra vía, la del desarrollo de las autonomías pero sin la agresividad de vascos y catalanes.