Tribuna:GATOMAQUIAS

Operación Topo

Creo que existe una conspiración, una bien tramada conjura contra los peatones que ha conseguido en muy poco tiempo hacer la ciudad tan intransitable a pie como ya lo era en coche. Las aceras son campos minados, invadidos o cercados por blindadas legiones de automóviles, reventados a cada paso por laboriosas brigadas de zapadores que horadan y excavan con estrépito y contumacia el pavimento, cumpliendo misteriosas órdenes.Después de muchas cavilaciones, he llegado a la conclusión de que tan ubicua y pertinaz fiebre excavatoria no puede ser del todo gratuita; los cráteres, los fosos, las trinch...

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Creo que existe una conspiración, una bien tramada conjura contra los peatones que ha conseguido en muy poco tiempo hacer la ciudad tan intransitable a pie como ya lo era en coche. Las aceras son campos minados, invadidos o cercados por blindadas legiones de automóviles, reventados a cada paso por laboriosas brigadas de zapadores que horadan y excavan con estrépito y contumacia el pavimento, cumpliendo misteriosas órdenes.Después de muchas cavilaciones, he llegado a la conclusión de que tan ubicua y pertinaz fiebre excavatoria no puede ser del todo gratuita; los cráteres, los fosos, las trincheras que hermanan a Madrid con Sarajevo son calas probatorias, prospecciones a la búsqueda de un fabuloso tesoro enterrado.

Se dice los pocos días de tomar posesión de su cargo, Alvarez del Manzano encontró sobre su mesa un extraño legajo, un vetusto mamotreto de folios escritos a mano con enrevesada caligrafía e ilustrados con indescifrables croquis, planos y diagramas. Ocupada su mente en temas de mayor trascendencia (pensaba cambiar radicalmente la decoración de su despacho y no se decidía sobre el color de las cortinas), el alcalde estaba a punto de deshacerse del cartapacio, ordenando que lo devolvieran al archivo, cuando llamaron su atención las palabras escritas en su lomo: Raros y curiosos, FJ/783-013-Ah. Tesoros de Madrid. Informe sobre el enterramiento que hizo de su botín en un despoblado de esta Villa et Corte el famoso corsario Ramón Riquelme 'Barbasucia', natural de Vallecas, para ponerlo a salvo de sus acreedores y de la Hacienda Real Inventario y mapas.

Una vez descifrado el documento por los servicios municipales de criptografía y efectuada la tasación del botín por un equipo de expertos que convirtieron las piezas de a ocho en pesetas, resultó que el tesoro del bravo corsario vallecano superaba ampliamente el presupuesto municipal de un año. Consciente de la relevancia del hallazgo, el, Prudente edil optó por el más absoluto secreto en previsión de los disturbios y alteraciones del orden que podría generar su difusión pública, dando pie a la proliferación indiscriminada de cuadrillas de entusiastas buscadores de tesoros, torpes y voluntariosos aficionados que no tardarían en llenar de agujeros el suelo de la urbe.

Álvarez del Manzano comunicó el insólito descubrimiento a un reducido, pero irreductible equipo de colaboradores, y, tras varios meses de arduas y discretas sesiones de trabajo, decidió poner en marcha un plan ambicioso y audaz, bautizado en clave como Operación Topo y clasificado con la etiqueta de alto secreto. Para dirigir el operativo eligió el alcalde al veterano y reincidente edil de Obras, Enrique Villoría, un experto en supervivencia, concejal desde los tiempos del franquismo, hábil estratega que desde entonces firmaría todos los informes relacionados con la operación clandestina como Indíbil, nombre de guerra asignado por Álvarez del Manzano, que eligió para sí el de Mandonio.

En resumen, la Operación Topo consistía en un vasto plan de excavaciones y perforaciones que afectarían a todas las zonas de la capital donde pudiera hallarse el tesoro; excavaciones y perforaciones que ocultarían su verdadero fin bajo coartadas como la construcción de túneles y aparcamientos subterráneos y la realización de presuntas mejoras viarias. La vaguedad de los mapas y planos contenidos en el legajo FJ/783-013-AH obligaba a Indíbil y a Mandonio a multiplicar sus excavaciones en, todas las áreas de la ciudad, si bien, según las investigaciones llevadas a cabo por un parapsicólogo municipal, oculto bajo el nombre de Viriato, lo más probable es que el cofre del tesoro de Barbasucia. esté enterrado bajo los jardines de la plaza de Oriente.

Aunque fallida en su principal objetivo, gracias a la Operación Topo han salido a la luz múltiples fragmentos de la muralla arabe, antiguos enterramientos y otros tesoros arqueológicos. Además, Madrid está a punto de convertirse en la única ciudad del mundo que contará en un futuro próximo con más plazas de garaje que vehículos censados en su parque.

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