El voto socialista se estabiliza, mientras PP e IU caen

Desciende la valoración de los líderes políticos y Belloch se sitúa a la altura de Aznar

Para el 57% de los españoles la situación política es mala o muy mala: hace tan sólo tres meses daba esa misma respuesta el 68% de los entrevistados. Pasan a representar el 35% quienes definen la situación política como muy buena, buena o regular: hace tres meses suponían el 27%.Las elecciones europeas del pasado junio y el paréntesis estival parecen haber desembocado en un clima político menos crítico y más sosegado. La mejora en la percepción de la situación política se presenta acompañada de una sustancial desmovilización del electorado: en el supuesto de unas nuevas elecciones generales, e...

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Para el 57% de los españoles la situación política es mala o muy mala: hace tan sólo tres meses daba esa misma respuesta el 68% de los entrevistados. Pasan a representar el 35% quienes definen la situación política como muy buena, buena o regular: hace tres meses suponían el 27%.Las elecciones europeas del pasado junio y el paréntesis estival parecen haber desembocado en un clima político menos crítico y más sosegado. La mejora en la percepción de la situación política se presenta acompañada de una sustancial desmovilización del electorado: en el supuesto de unas nuevas elecciones generales, el 39,8% no dice ahora a quién votaría o dice que no votaría, mientras que hace tres meses daban esas respuestas sólo el 28,6%. En las generales de 1993 la abstención representó el 22,3%.

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Este apreciable movimíento de reflujo en la predisposición electoral afecta fundamentalmente a Izquierda Unida y al Partido Popular. En el pasado julio, apenas un mes después de las elecciones europeas, el 13,3% manifestaba su intención de votar a IU en unas hipotéticas generales, y el 25,7% decía lo mismo respecto del PP. La intención de voto a favor del PSOE quedaba en el 20,1%. Ahora, tan sólo tres meses después, el PSOE- mantiene invariada su intención directa de voto (20,2%), mientras que las correspondientes a IU y PP registran una apreciable contracción, hasta el 8,1 % y 20%, respectivamente. CiU también se ve afectada por un reflujo de dos puntos.

Caen los líderes

Estos datos parecen indicar el carácter lábil e indeciso de ese sector del electorado susceptible de votar a IU o al PP, pero que no termina de identificarse de modo estable con dichas formaciones. El electorado socialista se presenta menos elástico: el PSOE parece contar con un voto "sólido", básicamente estable, del orden del 20% del censo. Este porcentaje equivale a algo más del 30% del voto válido que el PSOE obtuvo en las últimas europeas.

Esta distensión del clima político, que origina una valoración menos crítica de la situación política y un repliegue en la declaración de intenciones de voto, tiene como efecto también una peor valoración de los líderes. Esto suele ser normal en los periodos poselectorales. Anguita (que pierde un punto, y deja de ser el político mejor valorado) y Aznar resultan los más afectados.

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Felipe González, con una nota media inferior al aprobado (4,7), pierde sólo tres décimas en relación al pasado julio. Narcís Serra y Alfonso Guerra experimentan un alza (cinco y tres décimas, respectivamente), pero ambos se ven superados con claridad por un "recién llegado", el ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, que consigue una puntuación media de 3,7, prácticamente la misma qu5 Aznar.

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