La peste neumónica viaja 2.000 kilómetros y llega a Nueva Delhi

España vigila barcos y aeropuertos

Pese a los mensajes tranquiliza de las autoridades de la India, las 400.000 bombas humanas que huyeron del foco infeccioso de Surat están sembrando el país de peste neumónica. Ayer, a casi 2.000 kilómetros, en la capital, Nueva Delhi, se confirmaron los dos primeros casos. Como está haciendo la mayoría los Gobiernos ante el cariz de los acontecimientos, la Sanidad Exterior española ha ordenado extremar el control de barcos y aeropuertos.

Aunque España no tiene vuelos directos con la India y el riesgo en el transporte marítimo es excaso, dada la larga duración de las travesías, Sanidad h...

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Pese a los mensajes tranquiliza de las autoridades de la India, las 400.000 bombas humanas que huyeron del foco infeccioso de Surat están sembrando el país de peste neumónica. Ayer, a casi 2.000 kilómetros, en la capital, Nueva Delhi, se confirmaron los dos primeros casos. Como está haciendo la mayoría los Gobiernos ante el cariz de los acontecimientos, la Sanidad Exterior española ha ordenado extremar el control de barcos y aeropuertos.

Aunque España no tiene vuelos directos con la India y el riesgo en el transporte marítimo es excaso, dada la larga duración de las travesías, Sanidad ha extremado la vigilancia de todo ciudadano procedente de la India. Las autoridades portuarias exigen los certificados de desratización y desinfección a todos los buques, además de comprobar que no existen a bordo personas con síntomas de peste neumónica.También han sido alertadas del riesgo epidemiológico las agencias de viajes, con la recomendación a los turistas de que eviten las zonas más afectadas por la epidemia, que en estos momentos son los Estados de Gujarat, Maliaraslitra y Rajasthan. Si, a pesar de ello, algún ciudadano español insiste en acercarse a estas zonas se le aconseja un tratamiento preventivo con tetraciclina.

Los aeropuertos de Francfort y París, habituales escalas europeas de vuelos con la India, son, de momento, los únicos de la UE que han puesto controles sanitarios especiales para todos los pasajeros procedentes de aquel país. Hong Kong, Corea del Sur, Tailandia y los Emiratos Árabes, destinos tradicionales de emigrantes indios, también vigilan la entrada de trabajadores. Dentro del propio territorio indio afectado, algunas compañías extranjeras han empezado a evacuar a sus trabajadores.

Otras naciones como la limítrofe Pakistán han sido más drásticas. Las autoridades han suspendido los vuelos Karachi Bombay y se ha suspendido la concesión de visados a todos los ciudadanos de las regiones indias afectadas. A los que consiguen entrar se les piden certificados de salud.

Hospitales cerrados

También los propios Estados indios están intentando controlar sanitariamente el movimiento de la población, porque la peste neuménica, que ha provocado oficialmente medio centenar de muertos y 600 enfermos, ya ha llegado a las superpobladas ciudades de Bombay, Calcuta y Nueva Delhi. Por ahora, todos los enfermos proceden de un mismo foco: Surat, una ciudad que posee el récord de tener un retrete por cada 150 familias.

Ayer hubo que abrir de nuevo la única clínica de Calcuta especializada en el tratamiento de la peste, que había cerrado sus puertas en 1992.En la segunda ciudad más poblada de la India, con casi 11 millones de habitantes, han empezado a aparecer los primeros afectados: nueve de un grupo de 200 trabajadores que llegaron a la ciudad benjalí desde Surat, donde trabajaban en joyería, presentan síntomas de peste. El resto ha sido aislado.

El sistema sanitario de Calcuta está considerado el peor de las tres grandes ciudades indias. En caso de epidemia, sus habitantes no encontrarían suficientes camas en los hospitales. Todo ello a pesar de que el problema no es nuevo: Calcula sufrió una epidemia de peste que se prolongó desde 1947 hasta 1952.

Sólo el tren con procedencia de Ahmedabad, localidad del Estado de Gujarat igual que Surat, arroja 1.500 pasajeros al día en Calcuta. En la estación ya han empezado a aparecer carteles invitando a los viajeros a que se presenten a controles médicos.

El estado de alerta se ha declarado en toda la región de West Bengala. El ministro de Sanidad de este último Estado ha pedido ayuda a Delhi por la absoluta falta de médicos expertos para controlar la epidemia. Los servicios de limpieza de Calcuta se afanan en intentar parar el auténtico mal endémico de toda la India: la basura sin recoger que permanece permanentemente en las calles. La denominada ciudad de la alegría produce diariamente 3.200 toneladas. de desperdicios, de las cuales 400 forman parte del mobiliario urbano.

Las autoridades de la ciudad parecen haberse dado cuenta ahora de las carencias de la urbe. El sistema de drenaje data de 1876. Los roedores no han sido molestados en los más de 100 años que no se ha efectuado la más mínima reforma en el sistema. Las ratas campan sin problema alguno incluso por los hoteles de más reputación.

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