Obras con vigilancia policial en Alcobendas

Las obras de construcción de un paso subterráneo que unirá la antigua carretera N-1 con el paseo de la Chopera de Alcobendas (82.000 habitantes) continúan a pesar de la oposición de los vecinos, que han conseguido parar las máquinas durante varios días. A petición del alcalde de Alcobendas, José Caballero, medio centenar de agentes de las compañías especiales del Cuerpo Nacional de Policía se encargan de custodiar desde las siete de la mañana hasta que concluye la jornada laboral de los obreros los trabajos para que no sufran más interrupciones.A pesar de la masiva presencia policial, los veci...

Las obras de construcción de un paso subterráneo que unirá la antigua carretera N-1 con el paseo de la Chopera de Alcobendas (82.000 habitantes) continúan a pesar de la oposición de los vecinos, que han conseguido parar las máquinas durante varios días. A petición del alcalde de Alcobendas, José Caballero, medio centenar de agentes de las compañías especiales del Cuerpo Nacional de Policía se encargan de custodiar desde las siete de la mañana hasta que concluye la jornada laboral de los obreros los trabajos para que no sufran más interrupciones.A pesar de la masiva presencia policial, los vecinos se manifiestan todas las tardes a las ocho en el paseo de la Chopera, por lo que la policía del municipio tiene que cortar el tráfico durante más de una hora. Los afectados mantendrán esta actitud hasta conseguir que el Ayuntamiento paralice las obras de lo que ellos consideran una vía rápida.

A juicio de los vecinos, la obra partiría el barrio en dos mitades, aislaría una de ellas y propiciaría el paso de 50.000 vehículos al día por esta calle, convirtiéndola en una vía rápida.

El Ayuntamiento, en cambio, asegura todo lo contrario. Antonio Pérez, concejal de Urbanismo, dice que los 9.000 vehículos diarios que actualmente circulan por el paseo se reducirán a 5.000, que se instalarán semáforos y pasos de cebra y que el barrio incluso tendrá más zonas verdes.