Colocan una bomba para pedir segregación de la isla de Arousa

Agentes de la Guardia Civil hicieron explotar en la madrugada de ayer un artefacto explosivo de fabricación casera colocado en los bajos del Ayuntamiento de Vilanova de Arousa (Pontevedra). Un comunicante anónimo había advertido previamente de la instalación de la rudimentaria bomba, con la que, según explicó, se pretendía reivindicar la segregación de la isla de Arousa, del municipio de Vilanova.Según el Gobierno Civil de Pontevedra, sobre las tres de la madrugada de ayer se recibió en el cuartel de la Guardia Civil de la vecina localidad de Vilagarcía una llamada de un hombre de unos 25 o 30...

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Agentes de la Guardia Civil hicieron explotar en la madrugada de ayer un artefacto explosivo de fabricación casera colocado en los bajos del Ayuntamiento de Vilanova de Arousa (Pontevedra). Un comunicante anónimo había advertido previamente de la instalación de la rudimentaria bomba, con la que, según explicó, se pretendía reivindicar la segregación de la isla de Arousa, del municipio de Vilanova.Según el Gobierno Civil de Pontevedra, sobre las tres de la madrugada de ayer se recibió en el cuartel de la Guardia Civil de la vecina localidad de Vilagarcía una llamada de un hombre de unos 25 o 30 años, quien aseguraba haber colocado un artefacto en la entrada de la Casa Consistorial de Vilanova. Agentes del instituto armado se desplazaron al lugar y hallaron tres cartuchos unidos por un primitivo mecanismo confeccionado manualmente.

Alrededor de las cinco de la madrugada la Guardia Civil hizo explosionar el artefacto sin que se produjera ningún daño. Según la versión oficial, se supone que los cartuchos contenían alguna mezcla acloratada de fabricación casera y con escaso poder expansivo.

Desde hace tiempo, la gran mayoría de los 6.000 habitantes de la isla de Arousa reclama su separación del municipio de Vilanova para crear un ayuntamiento propio. El proceso está paralizado ya que los secesionistas no han logrado reunir el apoyo de los dos tercios de los miembros de la corporación, como establece la ley.

El alcalde de Vilanova, el socialista Manuel Dios, calificó los hechos de "muy graves" y revelé que no era la primera vez que se recibían en el Ayuntamiento amenazas de este tipo.

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