Rusia critica la "poca flexibilidad" occidental hacia Serbia

No ha habido ninguna sorpresa en los resultados del plebiscito sobre la aceptación del plan de paz del grupo de contacto por los serbios de Bosnia. Los resultados provisionales apuntan hacia un masivo triunfo del no, que se lleva un 96% de los votos. El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Andréi Kózirev, solicitó una reunión del grupo de contacto (EE UU, Rusia, Alemania, Reino Unido y Francia) para analizar las consecuencias de ese rechazo, al tiempo que criticó la "poca flexibilidad" y la "inercia burocrática" de la política occidental hacia Serbia."Estamos convencidos de que algu...

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No ha habido ninguna sorpresa en los resultados del plebiscito sobre la aceptación del plan de paz del grupo de contacto por los serbios de Bosnia. Los resultados provisionales apuntan hacia un masivo triunfo del no, que se lleva un 96% de los votos. El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Andréi Kózirev, solicitó una reunión del grupo de contacto (EE UU, Rusia, Alemania, Reino Unido y Francia) para analizar las consecuencias de ese rechazo, al tiempo que criticó la "poca flexibilidad" y la "inercia burocrática" de la política occidental hacia Serbia."Estamos convencidos de que algunas de las sanciones deben ser levantadas inmediatamente para premiar a Serbia por su valiente decisión", dijo Kózirev en referencia al bloqueo impuesto hace unas semanas por Belgrado a los serbios de Bosnia. Los miembros occidentales del grupo de contacto quieren que el presidente de Serbia, Slobodan Milosevic, admita la presencia de observadores que verifiquen la efectividad del bloqueo antes de levantar cualquier sanción, cuestión que Rusia considera secundaria.

El despliegue de observadores que garanticen el bloqueo de Belgrado a los serbios de Bosnia no es la única cuestión que divide al grupo de contacto. Una nueva reunión del grupo serviría para clarificar posturas respecto al levantamiento del embargo de armas a los musulmanes bosnios. Estados Unidos ha amenazado con tomar esta decisión unilateralmente si los serbios de Bosnia no aceptan los mapas propuestos en el plan de paz (que dan el 49% del territorio de Bosnia a los serbios y el 51% a la federación de croatas y musulmanes bosnios) antes del 15 de octubre.

A las advertencias contra el levantamiento del embargo expresadas por Rusia y Francia, se unió ayer una más inesperada. El presidente bosnio, Alia Izetbegovic, no se mostró muy entusiasmado con esa posibilidad. "El armamento suplementario no pasa necesariamente por el levantamiento del embargo. Desde un punto de vista militar sería el método más simple, pero crearía toda una serie de problemas adicionales", declaró Izetbegovic a un periódico de Sarajevo.

Entretanto, la crisis provocada por la toma del enclave musulmán rebelde de Bihac por las tropas gubernamentales bosnias amenaza con causar estragos entre los refugiados que huyeron de la zona. La Unicef alertó ayer sobre el riesgo de epidemias en los dos campos donde se han refugiado la mayoría de las 30.000 personas que salieron de Bihac cuando la ciudad fue tomada por tropas leales a Sarajevo.

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