De Aguirre a Ardanza

Hace ya seis años que el presidente del Gobierno vasco, José Antonio Ardanza, llegaba a un país que en los años cuarenta ya conoció el lehendakari José Antonio Aguirre. Su presencia logró nuevas conversiones. "Una amiga nuestra de 60 años que llegó aquí con siete, empezó a estudiar euskera a. raíz de esa visita. Sus hijas también, y aprendieron a bailar", comentaban dos españoles.No hay uruguayo de origen vasco que se haya olvidado de él. Y no es rara, en cualquier acto social, esta presentación: "Soy Juan Pérez, pero mi quinto apellido es Barrenetxea".

El historiador Óscar Padró...

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Hace ya seis años que el presidente del Gobierno vasco, José Antonio Ardanza, llegaba a un país que en los años cuarenta ya conoció el lehendakari José Antonio Aguirre. Su presencia logró nuevas conversiones. "Una amiga nuestra de 60 años que llegó aquí con siete, empezó a estudiar euskera a. raíz de esa visita. Sus hijas también, y aprendieron a bailar", comentaban dos españoles.No hay uruguayo de origen vasco que se haya olvidado de él. Y no es rara, en cualquier acto social, esta presentación: "Soy Juan Pérez, pero mi quinto apellido es Barrenetxea".

El historiador Óscar Padrón dice que aquellos emigrantes vascos se amoldaron al medio rural, en el cual se instalaron con preferencia. "Hechos al trabajo rudo e interminable de la montaña, rápidamente se ganaron justa fama de trabajadores y honestos", argumenta.

"Muchos ganaderos buscaban con particular interés a vascos para ir a trabajar a sus estancias, iniciándose un proceso que llevó a los vascos a ser propietarios de una buena porción de la tierras del Uruguay", afirma Padrón. Otros quedaron en las ciudades y casi todos prosperaron.

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