Economía investiga los contratos entre las petroleras y las estaciones de servicio

El Servicio de Defensa de la Competencia, del Ministerio de Economía, estudia si CEPSA, Repsol y BP Oil, las tres petroleras que controlan el 90% del mercado español, mantienen contratos en exclusiva con las gasolineras que las obligan a mantener precios altos en la venta de carburantes. Los gasolineros aseguran que, de no ser por estos contratos5 las gasolinas y gasóleos podrían estar tres o cuatro pesetas más baratos por litro. La investigación se suma a la abierta hace un año sobre posibles acuerdos entre las tres refineras para fijar, los precios.

Los abogados de los demandantes afi...

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El Servicio de Defensa de la Competencia, del Ministerio de Economía, estudia si CEPSA, Repsol y BP Oil, las tres petroleras que controlan el 90% del mercado español, mantienen contratos en exclusiva con las gasolineras que las obligan a mantener precios altos en la venta de carburantes. Los gasolineros aseguran que, de no ser por estos contratos5 las gasolinas y gasóleos podrían estar tres o cuatro pesetas más baratos por litro. La investigación se suma a la abierta hace un año sobre posibles acuerdos entre las tres refineras para fijar, los precios.

Los abogados de los demandantes afirman que las petroleras mantienen "atadas" a las gasolineras mediante contratos en exclusiva, vigentes, durante varios años, que obligan a las estaciones de servicio a mantener precios elevados. Las demandas, presentadas inicialmente ante la Comisión Europea, han sido remitidas al Servicio de Defensa de la Competencia del Ministerio de Economía.El factor desencadenante fue la aparición en el mercado nacional de firmas como Q-8, vinculada a capital kuwaití; Tamoil, de procedencia libanesa; Saroil, de la italiana Saras; y Meroil, participada en un 20% por la Generalitat de Cataluña. Estas firmas, venden principalmente gasóleo al por mayor a grandes clientes como cooperativas, explotaciones agrarias y colectivos vecinales.

La guerra de precios abierta por estas operadoras, que empezaron ofreciendo el litro de gasóleo hasta 15 pesetas más barato que las grandes refineras, llevó a Repsol, Cepsa y BP Oil a iniciar una ofensiva en ese mismo mercado, vendiendo su combustible mucho más barato a los grandes clientes. Las gasolineras, entretanto, se verían obligadas -por contrato con las mismas petroleras- a mantener precios elevados.

La cuestión viene a sumarse a la investigación, abierta en septiembre del año pasado, sobre posibles prácticas restrictivas de las grandes refineras, denunciadas por asociaciones de transportistas y por el propio Ministerio de Transportes.

Desde que, a principios de 1993, los operadores pueden fijar los precios de venta al público de los carburantes, las diferencias entre unas gasolineras y otras han sido virtualmente nulas Repsol, Cepsa y BPI Oil han coincidido en fijar precios muy próximos a los máximos permitidos por el Gobierno, con márgenes que sólo en raras ocasiones han superado los 20 céntimos.

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