Banesto decide refinanciar Dorna para evitar el peligro de quiebra y nombra un nuevo gestor

Banesto ha dado un respiro a Dorna Promoción del Deporte. El banco, que tiene el 50% del capital de esta sociedad, ha decidido insuflar nuevos créditos a la empresa para que pueda hacer frente a sus planes futuros y evitar el peligro de una quiebra. Para asegurar el buen funcionamiento, Banesto ha colocado a Pedro Pasquín, un hombre de la total confianza de la entidad, para dirigir junto a Carlos García Pardo (presidente de Dorna y propietario del otro 50%) la sociedad. Banesto había exigido a Doma el pago de créditos por valor de 10.666 millones de pesetas.

Pedro Pasquín, ejecutivo de...

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Banesto ha dado un respiro a Dorna Promoción del Deporte. El banco, que tiene el 50% del capital de esta sociedad, ha decidido insuflar nuevos créditos a la empresa para que pueda hacer frente a sus planes futuros y evitar el peligro de una quiebra. Para asegurar el buen funcionamiento, Banesto ha colocado a Pedro Pasquín, un hombre de la total confianza de la entidad, para dirigir junto a Carlos García Pardo (presidente de Dorna y propietario del otro 50%) la sociedad. Banesto había exigido a Doma el pago de créditos por valor de 10.666 millones de pesetas.

Pedro Pasquín, ejecutivo de la Corporación Banesto, se encargará, como consejero-delegado de poner al día todas las relaciones contractuales de Dorna. Su nombramiento ha sido la condición de Banesto para dar nuevos créditos. Fuentes del banco no han precisado las condiciones y características de este nuevo préstamo. Lo que sí subrayan es que antes "no se correspondía la participación en el capital de la sociedad con la participación en la gestión". Esas fuentes no han precisado, sin embargo, las condiciones y características del nuevo préstamo. La labor del equipo gestor de Dorna será poner en orden la sociedad y, de acuerdo a la estrategia diseñada para Banesto de centrarse solamente en el negocio bancario, desprenderse de su participación con la mayor rentabilidad posible.La pasada primavera, tras conocer los datos denunciados por la inspección del Banco de España, los responsables de Banesto sentaron a la mesa a Carlos García Pardo, al que amenazaron con ejecutar los créditos si no asumía el pago de los 10.666 millones que debía. El problema para García Pardo es que el grupo Dorna necesita ajustar su patrimonio neto en 3.105 millones de pesetas, según las cifras de final del pasado ejercicio.

La ejecución de los créditos habría llevado a Banesto a controlar los alrededor de 40 contratos de Doma, más de la mitad con sociedades deportivas (club de fútbol y de baloncesto, principalmente) y otros negocios.

Banesto entró en Dorna en 1990 pagando 8.150 millones de pesetas por el 40,5% de su capital, que era de 100 millones. Posteriormente suscribió, en solitario, una ampliación de 19 millones con una prima de emisión de 1.881 millones. En total, más de 10.000 millones, 18 veces superior al valor que tenía la empresa, dedicada a la mercadotecnia deportiva.

Las relaciones entre Banesto y Dorna se caracterizaron por la entrada del banco en la empresa y en sociedades filiales de Esta pagando precios superiores a su valor teórico en las fechas de compra y la financiación creciente, a cargo de Banesto, de todo el conjunto de empresas. Asimismo, otro de los descubrimientos de la inspección fue que los directivos de Dorna participaban en los beneficios en una proporción que no guardaba relación con los riesgos soportados.

La recuperación del crédito concedido a Dorna se convirtió, junto a los otorgados a los grupos Pueyo-Oasis y Hachuel, en objetivos primordiales del equipo presidido por Alfredo Sáenz en Banesto para reamueblar el banco. Los tres grupos, que son los principales acreedores de Banesto, fueron los principales colaboradores del anterior presidente, Mario Conde, para realizar "operaciones normalmente destinadas a encubrir la situación de debilidad de recursos propios o de resultados de Banesto", según decía el expediente abierto por el Banco de España a los ex administradores del banco. El total de riesgos asumidos por Banesto por este tipo de operaciones ascendió a 133.313 millones.

Por otra parte, la agencia de evaluación de riesgo IBCA ha elevado la calificación de Banesto "en vista del apoyo de las autoridades, la fuerza de su nuevo accionista mayoritario [Banco Santander] y la importante reestructuración interna". Banesto recupera así un escalón. Las nuevas calificaciones son Al para los créditos a corto plazo, A para largo plazo y D para el individual. Sin embargo, ha rebajado las de largo plazo (pasa a AA-) e individual (a B) del Santander, por "el efecto de la operación en este banco".

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