Las tensiones políticas abren una crisis financiera en Italia

Las contradicciones en el seno de la frágil coalición de Gobierno perjudican a la economía, pero las caídas de la lira y la Bolsa agudizan los problemas políticos. Esta doble corriente ha llevado a Italia a una nueva crisis en mitad del verano. Tanto la economía como el Gobierno que dirige Silvio Berlusconi están contra las cuerdas, acosados por la incertidumbre y la inestabilidad.

La subida del precio del dinero en medio punto, decidida el jueves, no detuvo ayer ni la caída en picado de la lira ni la de la Bolsa de Milán, que perdió en el viernes negro un 3,3%.Sólo la recuperaci...

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Las contradicciones en el seno de la frágil coalición de Gobierno perjudican a la economía, pero las caídas de la lira y la Bolsa agudizan los problemas políticos. Esta doble corriente ha llevado a Italia a una nueva crisis en mitad del verano. Tanto la economía como el Gobierno que dirige Silvio Berlusconi están contra las cuerdas, acosados por la incertidumbre y la inestabilidad.

La subida del precio del dinero en medio punto, decidida el jueves, no detuvo ayer ni la caída en picado de la lira ni la de la Bolsa de Milán, que perdió en el viernes negro un 3,3%.Sólo la recuperación de un ambiente de estabilidad parecía capaz de invertir la tendencia, y eso es lo que se propuso anoche Berlusconi en un mensaje a la nación. "Jamás fueron tan bien las cosas en Italia", afirmó. Y puso como ejemplo la creación en los últimos meses de más de 100.000 empresas y 200.000 empleos y la recuperación de la producción industrial.

Pero la política italiana sigue siendo una jaula de grillos. El radical Marco Pannella acusa a Umberto Bossi, líder de la Liga Norte e incómodo socio de Gobierno de Berlusconi, de ser el culpable del hundimiento de la lira.

Bossi le llama loco y dice que el problema estriba en que "todo se desmorona". El neofascista Gianfranco Fini, el otro lado del triángulo, acusa a los especuladores, al igual que Berlusconi, quien dijo anoche que éstos son azuzados "por algún líder" (se entendía que Bossi) y por una izquierda que quiere subvertir el resultado electoral. El primer ministro concluyó pidiendo a los italianos que se mantengan serenos y descansen en las vacaciones.

En una entrevista al Herald Tribune, Berlusconi admitió ayer que su grupo empresarial, Fininvest, pagó sobornos a funcionarios del fisco.

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