Último adiós a Aitor

¡Qué triste paradoja, un hombre acostumbrado a mover mármoles, yesos y granitos durante toda su vida, pierde a su nieto aplastado por una escultura de escayola!". Así reflexionaba, abatido, un amigo del abuelo de Aitor Iglesias, el niño de cinco años que falleció el pasado sábado al caerle encima una pieza de yeso de más de 200 kilos en el Museo Gaudí, en el templo barcelonés de la Sagrada Familia. El pequeño fue enterrado al mediodía de ayer en el panteón familiar del Cementerio Sur de Madrid.La junta de la Sagrada Familia, organismo encargado de las obras de finalización de la basílica de Ga...

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¡Qué triste paradoja, un hombre acostumbrado a mover mármoles, yesos y granitos durante toda su vida, pierde a su nieto aplastado por una escultura de escayola!". Así reflexionaba, abatido, un amigo del abuelo de Aitor Iglesias, el niño de cinco años que falleció el pasado sábado al caerle encima una pieza de yeso de más de 200 kilos en el Museo Gaudí, en el templo barcelonés de la Sagrada Familia. El pequeño fue enterrado al mediodía de ayer en el panteón familiar del Cementerio Sur de Madrid.La junta de la Sagrada Familia, organismo encargado de las obras de finalización de la basílica de Gaudí, ha indicado que asumirá las responsabilidades civiles y penales que se puedan derivar de la muerte de Aitor Iglesias.

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