TRIBUNALES

Un padre separado ingresa en prisión tras negarse a pagar la pensión de su hija

José María Carranza, un padre separado condenado, a dos meses de cárcel por no pagar la pensión de 22.000 pesetas mensuales para su hija, entró ayer por su propio pie en la prisión de Alcalá-Meco. 'Es el cuarto caso en España en que un padre separado ingresa en prisión por impago de pensiones. La Asociación de Padres Separados ha apoyado a Carranza pidiendo su indulto o la remisión de la pena.

Carranza llegó en su coche con el presidente de la Asociación de Padres Separados, Juan Luis Rubio. Explicó a los periodistas que, requerido por los Juzgados de la plaza de Castilla para cumplir d...

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José María Carranza, un padre separado condenado, a dos meses de cárcel por no pagar la pensión de 22.000 pesetas mensuales para su hija, entró ayer por su propio pie en la prisión de Alcalá-Meco. 'Es el cuarto caso en España en que un padre separado ingresa en prisión por impago de pensiones. La Asociación de Padres Separados ha apoyado a Carranza pidiendo su indulto o la remisión de la pena.

Carranza llegó en su coche con el presidente de la Asociación de Padres Separados, Juan Luis Rubio. Explicó a los periodistas que, requerido por los Juzgados de la plaza de Castilla para cumplir dos meses y un día de arresto mayor y 100.000 pesetas de multa, decidió ingresar en prisión. Una veintena de asociados le acompañaron hasta el control de entrada pidiendo a gritos su libertad. "Hemos solicitado el indulto a Justicia y' nos han dicho que lo estudiarán lo más rápido posible, en unos 22 meses", se quejó el presidente.Ante el sorprendido agente de Policía Nacional de la entrada, Carranza mostró la sentencia del Juzgado de Instrucción número 6 de lo Penal de Zaragoza que, con fecha de noviembre de 1993, le condena por abandono de familia: no pagar las 22.000 pesetas a su hija de nueve años, desde julio de 1990 a diciembre de 1993.

Carranza, de 43 años, afirmó que había dejado de pagar tras un año y medio sin ver a su hija, y que entonces estaba en paro, y que su mujer sí tenía ingresos.

El pasado 24 de Junio, Carranza declaró a este periódico que no creyó preciso contar al juez que estaba en paro, y que "al hacerlo en el juicio no atendió mis explicaciones". "Si no ha pagado es porque no le ha dado la gana", dijo entonces su ex mujer, Mercedes Blanco, que vive dé una subvención de la Diputación de, Aragón y de limpiar escaleras.

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