El cadáver de un joven desaparecido hace 15 meses, hallado en un pozo

Las últimas esperanzas de encontrar con vida a Miguel Ángel Martín, un estudiante de 24 años que desapareció de su casa el 10 de abril de 1993, se desvanecieron el lunes. Ese día, unosobreros hallaron su cadáver en un pozo de la urbanización Arroyo de la Vega, en Alcobendas. La policía cree que el joven, de complexión fuerte, fue atracado por varias personas que le, forzaron a darles el coche y que él se resistió.

El lunes, hacia las 10.30, un operario se encontró un bulto envuelto en plásticos en uno de los pozos que limpiaban en Arroyo de la Vega. Al principio pensó que se trataba de ...

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Las últimas esperanzas de encontrar con vida a Miguel Ángel Martín, un estudiante de 24 años que desapareció de su casa el 10 de abril de 1993, se desvanecieron el lunes. Ese día, unosobreros hallaron su cadáver en un pozo de la urbanización Arroyo de la Vega, en Alcobendas. La policía cree que el joven, de complexión fuerte, fue atracado por varias personas que le, forzaron a darles el coche y que él se resistió.

El lunes, hacia las 10.30, un operario se encontró un bulto envuelto en plásticos en uno de los pozos que limpiaban en Arroyo de la Vega. Al principio pensó que se trataba de un maniquí.Entre las ropas del cadáver no se halló documentación alguna. De un primer examen se dedujo que debía de llevar muerto más de un año. Las prendas que vestía, el reloj de pulsera hallado bajo su cuerpo y la consulta con su odontólogo, que reconoció los trabajos de estomatología de sus dientes, confirmaron su identidad.

Miguel Ángel Martín fue visto por última vez el 10 de abril de 1993. Ese día sacó los cubos de la basura de la finca donde vivía y donde su padre trabaja de portero, el número 138 de Santa Engracia.

Dos días después la Guardia Civil localizó su coche, cerca de Alcobendas y del lugar donde ha sido hallado el cadáver. En su interior había dos prendas ensangrentadas que no pertenecían al chico, unas laves de puerta blindada que tampoco eran suyas y varias cintas de música marroquí.

Numerosos madrileños vieron la fotografía de Miguel Ángel pegada en farolas y quioscos por sus angustiados padres, pidiendo información cualquiera que supiera algo de su paradero. Nadie llamó.

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