El PP entierra la idea de Oriol y da una solución suave a la plaza de Oriente

Las excavadoras no arrancarán ni una brizna de hierba de los jardines del Cabo Noval y de Lepanto, en la plaza de Oriente, según el tipo de reforma elegido finalmente para el histórico entorno por el gobierno municipal. El Partido Popular ha resuelto así el concurso más polémico y ambicioso de su mandato. El cambio de imagen de la plaza de Oriente será ejecutado por la unión temporal de empresas de Entrecanales-Tavora y Dragados y Construcciones. Esta decisión, tomada tras estudiar 34 ofertas distintas presentadas por seis grandes constructoras, se dará a conocer el jueves en la comisión infor...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Las excavadoras no arrancarán ni una brizna de hierba de los jardines del Cabo Noval y de Lepanto, en la plaza de Oriente, según el tipo de reforma elegido finalmente para el histórico entorno por el gobierno municipal. El Partido Popular ha resuelto así el concurso más polémico y ambicioso de su mandato. El cambio de imagen de la plaza de Oriente será ejecutado por la unión temporal de empresas de Entrecanales-Tavora y Dragados y Construcciones. Esta decisión, tomada tras estudiar 34 ofertas distintas presentadas por seis grandes constructoras, se dará a conocer el jueves en la comisión informativa de obras del Ayuntamiento de Madrid. Aunque el proyecto ganador prevé la construcción de un túnel -bajo la calle de Bailén- y un aparcamiento subterráneo para residentes y autocares turísticos, el compromiso de los ganadores es que la piqueta no entrará en los históricos jardines. De esta manera, el PP salva uno de los escollos principales de la operación: los espacios verdes, que gozaban de una protección especial, seguirán intactos. Esta, sin embargo, no era la idea del precursor de la reforma, el arquitecto Miguel de Oriol, que pensó en un aparcamiento subterráneo, incluso con locales comerciales, justo debajo del jardín.Entrecanales / Dragados ha ganado el concurso municipal con una de las 12 opciones que presentó. El coste total de las obras, cuyo proyecto firman el arquitecto Miguel Botella y el ingeniero José Luis Díaz de Rojas, es de 3.386 millones de pesetas, de los que el Ayuntamiento abonará 2.687 millones. La duración de los trabajos será de 18 meses.PASA A LA PAGINA 3

El aparcamiento de 470 plazas se construirá en herradura bajo las calles que rodean los jardines

VIENE DE LA PÁGINA 1

El Ayuntamiento de Madrid lleva desde 1988 empeñado en distintos proyectos para reformar la plaza de Oriente. El empujón definitivo, sin embargo, llegó con el equipo de Gobierno de José María Álvarez del Manzano, que recuperó una serie de ideas del arquitecto Miguel de Oriol y las respaldó con dinero público.

El PP ha elegido finalmente, de todas las opciones posibles, la más conciliadora y de menos impacto sobre los árboles. No se tocan los jardines ya consolidados y las dos constructoras se comprometen, además, a salvaguardar los posibles yacimientos arqueológicos que se descubran durante el proceso de las excavaciones. Esta fue una de las mayores objeciones que planteó desde el principio la Comunidad de Madrid para negar su visto bueno a la operación., La actuación de las máquinas sólo afectará a las calzadas.

El arquitecto que firma el proyecto es Miguel Botella, un profesional que ha trabajado poco en España y que ha estado cuatro años en un estudio de arquitectos de París.

El aparcamiento para vehículos particulares -227 plazas para residentes y otras 243 rotatorias para el público en general- se hará con forma de corona o herradura bajo las calles que rodean los jardines de Lepanto y del Cabo Noval. No habrá locales comerciales ni agujeros. Los responsables de las constructoras adjudicatarias ya han explicado el proyecto al equipo municipal del PP.

Técnicos municipales y del Patrimonio Nacional -organismo encargado de gestionar el palacio Real- se reunieron ayer para conocer el proyecto y estudiar la maqueta que las constructoras han entregado con sus planos. A esa cita no acudió ningún político. Por la tarde, Patrimonio Nacional celebró su Consejo de Administración y por la noche devolvió la maqueta citada.

Bajo la calle de Bailén irá el túnel, para permitir que toda la superficie de la plaza sea calle de sólo andar. Un hueco del paso inferior servirá como aparcamiento de 25 dársenas para los autocares turísticos, que se concentran en este punto de Madrid por su interés turístico. El concejal de Obras, Enrique Villoria, cree que esta solución es la mejor porque resuelve todas los necesidades que el Ayuntamiento de Madrid descubrió en la zona.

Con el proyecto aprobado -túnel y aparcamientos-, Villoria entiende que se respetan las zonas que el Ministerio de Cultura y la Comunidad pretendían proteger y se salvan los escollos de los jardines y los posibles yacimientos arqueológicos.

Sin embargo, Eugenio. Morales, concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, encontró ayer varios inconvenientes para aprobar esta alternativa: "El túnel es descabellado, con pendientes de hasta un 8%. Acaba siendo un tobogán, y, además, el palacio Real va a ofrecer la impresión de estar colgado sobre un hueco". El edil criticó al Gobierno municipal del PP por "haber despilfarrado 140 millones de pesetas en los estudios previos encargados a Miguel de Oriol". "¿Dónde queda ahora ese proyecto?", se preguntó Morales.

José María de la Riva, también del PSOE, comentó: "Es increíble que puedan adjudicar una obra sobre la que desconocen si la Comunidad les va a conceder la licencia".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En