MUNDIAL 94

Va bien así

GIANNI MURA Sí que sería hermoso comenzar por el final cuando el final ha sido así de hermoso, pero es mejor empezar por el principio. Incluso por antes, el aeropuerto cerrado por la niebla mientras los periódicos anuncian que será batido el récord de calor. Ya hay 23º. La única suerte de Arrigo, está por ver si el partido se aplaza por la niebla. No, se juega, en un estadio tres cuartas partes italiano, con la vigesimonovena Italia de Arrigo. Los pensamientos de Sor Clemente se reducen al lateral izquierdo, no Camarasa, sí Otero. Apenas cambia nada. Alkorta se pega a Baggio Roberto, Baggio Di...

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GIANNI MURA Sí que sería hermoso comenzar por el final cuando el final ha sido así de hermoso, pero es mejor empezar por el principio. Incluso por antes, el aeropuerto cerrado por la niebla mientras los periódicos anuncian que será batido el récord de calor. Ya hay 23º. La única suerte de Arrigo, está por ver si el partido se aplaza por la niebla. No, se juega, en un estadio tres cuartas partes italiano, con la vigesimonovena Italia de Arrigo. Los pensamientos de Sor Clemente se reducen al lateral izquierdo, no Camarasa, sí Otero. Apenas cambia nada. Alkorta se pega a Baggio Roberto, Baggio Dino se encuentra al alegre Caminero, Albertini con Bakero, Conte con Otero. Un poco de rima. España marca al hombre. Sólo Luis Enrique delante.

Zubi desvía apenas un tiro de Berti y después sólo es España. Como pirañas. La bestia Italia sangra cansancio en el medio, Pagliuca hace venir al desafío reculando delante del solitario Salinas, escapado al filo del fuera de juego. Todo aquello que un portero no debe hacer. Pero Salinas, ¿no le apodan el Torpe?, le tira a los pies. Es un asedio dramático, los azzurri aprietan los dientes, quien más, quien menos, pero todos saben que la prórroga sería una condena, una derrota, una, matanza sería, pero tienen necesidad de marchar, de evitar el paso de la furia roja.( ... )

Y así Italia avanza, sin deber dar las gracias a nadie, con un Di none asfixiado al final pero gran dísimo, con un Robertino que parece especializado en goles in ex tremis, con un laudable sentido colectivo. Un poco de juego se ha visto, y esto induce al optimismo. Un cuarto de hora después del partido luce un sol africano. Que lo odiamos todos, amanuenses en tribuna cubierta. Pero va bien así, va bien de todas formas.

Copyright: La Repubblica.

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