El pleno despoja al alcalde de Valdemorillo de la mayoría de sus atribuciones

La ley volvió ayer a Valdemorillo (3.190 habitantes). Tras 20 meses sin plenos municipales, el Tribunal Superior de Justicia obligó al alcalde, Mariano Gamella, del PP, a convocar una sesión ordinaria. La oposición (cinco ediles del PSOE y dos independientes) no dejó pasar la ocasión: acordó despojar al regidor de la mayoría de sus atribuciones y forzarle a convocar plenos cada 15 días. Gamella, que no reunía a los ediles para evitar una moción de censura, respondió: "Da igual lo que hayan acordado porque no acataré sus de cisiones: las recurriré ante los tribunales".

Mariano Gamella y ...

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La ley volvió ayer a Valdemorillo (3.190 habitantes). Tras 20 meses sin plenos municipales, el Tribunal Superior de Justicia obligó al alcalde, Mariano Gamella, del PP, a convocar una sesión ordinaria. La oposición (cinco ediles del PSOE y dos independientes) no dejó pasar la ocasión: acordó despojar al regidor de la mayoría de sus atribuciones y forzarle a convocar plenos cada 15 días. Gamella, que no reunía a los ediles para evitar una moción de censura, respondió: "Da igual lo que hayan acordado porque no acataré sus de cisiones: las recurriré ante los tribunales".

Mariano Gamella y su equipo de gobierno (dos ediles independientes y no expulsado de IU) tienen soluciones para todo. Sí la oposición presenta una moción de censura, se suspende el pleno. Si el equipo de gobierno es minoritario, no se convocan sesiones plenarias en 20 meses hasta que un juez les obligue. Si la mayoría municipal le quita al alcalde sus atribuciones y le obliga a convocar un pleno cada 15 días, se hace caso omiso y se lleva el asunto a los tribunales para que éstos decidan dentro de un par de años.El Tribunal Superior de Justicia califica, en una sentencia de febrero pasado, la actitud del regidor de "autocrática -con desprecio absoluto de la legalidad vigente- y personalista de las funciones de gobierno y administración municipal que corresponden al Ayuntamiento y no al alcalde". Esta sentencia obligó ayer al regidor a convocar el primer pleno ordinario.

Cada 15 días

Los concejales de la oposición introdujeron en la sesión plenaria de ayer dos mociones de urgencia. La primera arrebató al alcalde todas las delegaciones emanadas del pleno. A partir de ahora, Mariano Gamella sólo podrá pagar nóminas, convocar plenos, dar licencias menores y dictar bandos. La segunda moción obliga al alcalde a convocar plenos cada 15 días. Mariano Gamella sólo pudo replicar: "No pienso cumplir nada porque las voy a recurrir ante los tribunales. Ya veremos quién tiene la razón".

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Los ediles opositores también recriminaron a Gamella la paralización que sufre Valdemorillo desde octubre de 1992, fecha en que se celebró el último pleno. El alcalde ha tenido que gobernar desde entonces mediante sucesivos decretos de alcaldía. El secretario municipal calcula el número de decretos cercano a los 200. Gamella, por su parte, se niega a hablar de cifras. El alcalde añade: "Los socialistas olvidan que he tenido que gobernar así porque fueron ellos mismos quienes no deseaban que se convocase plenos municipales. Decían que yo no tenía atribuciones suficientes para ello. Ahora el juez me da la razón y restablece la legalidad en el municipio. El magistrado afirma que tengo facultades para convocar los plenos que desee". Curiosamente, y a pesar de que asegura que el juez le ha dado la razón, ha recurrido esta sentencia.

Jesús Segovia, portavoz del PSOE, replica: "¡Esto es el colmo del cinismo! Un juez le llama dictador por su actitud antidemocrática y el alcalde afirma que la culpa de la paralización municipal es de la oposición. Este hombre no se halla en sus cabales".

El pleno municipal de ayer duré, más de cuatro horas y se desarrolló en un ambiente tenso en medio de duras acusaciones de corrupción y transfuguismo.

El concejal socialista, Jesús Segovia, acusó al alcalde de haber permitido que su hermano y su primo hayan construido un chalé y una nave industrial en una zona no urbanizable. Aportaron como prueba fotografías de las construcciones ilegales y de las fincas donde se ubican. "Algo tendrá que decir a esto, señor alcalde. ¿No le suenan estas construcciones?", espetó Segovia. El regidor, desconcertado, replicó: "Pues no caigo dónde están estas edificaciones. Nunca las he visto. Lo investigaré".

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