Tribuna

El árbol prohibido

Rey Hodgson se llama, nació el 9 de agosto de 1947, entrena a la selección Suiza y al terminar la primera fase levantó la prohibición de sexo que mantenía sobre sus jugadores. La clasificación para la segunda fase ha supuesto para los jugadores de Hodgson, además de una prima económica, el derecho a un vis a vis con sus esposas, novias, compañeras o asimilables. El árbol del fruto prohibido como estímulo.Extraño tipo este Roy Hodgson, de cuya existencia se están enterando ahora en su país natal, Inglaterra. Hodgson fue futbolista malo. Tuvo un paso fugaz por el Crystal Palace, de ahí se marchó...

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Rey Hodgson se llama, nació el 9 de agosto de 1947, entrena a la selección Suiza y al terminar la primera fase levantó la prohibición de sexo que mantenía sobre sus jugadores. La clasificación para la segunda fase ha supuesto para los jugadores de Hodgson, además de una prima económica, el derecho a un vis a vis con sus esposas, novias, compañeras o asimilables. El árbol del fruto prohibido como estímulo.Extraño tipo este Roy Hodgson, de cuya existencia se están enterando ahora en su país natal, Inglaterra. Hodgson fue futbolista malo. Tuvo un paso fugaz por el Crystal Palace, de ahí se marchó al desconocido Maidston y acabó su carrera como futbolista en Suráfrica.

Pero su afición siempre estuvo por encima de su talento como jugador y decidió seguir ligado al fútbol. Consiguió el puesto de entrenador en el Bristol City, entonces en Tercera, y a la vista de que tampoco se veía con grandes posibilidades de triunfar en su tierra en esta nueva tarea emigró de nuevo. Esta vez se fue a Suecia, a empezar también desde abajo. Cogió a uÍn tercera, el Halmastadt, saltó de ahí al Orebro e, ya en primera, y de ahí al Malmoe, uno de los grandes de Suecia. Ahí se hizo el cartel, a lo largo de seis temporadas en las que lanzó a Dahlin. Y de allí a Suiza, donde ha llevado una carrera cruzada con la de Stielike. Cogió el Neuchatel Xamax, que pasó a manos de Stielike cuando él se marchó a la selección que, a su vez, había llevado Stielike.

Para clasificarse para el Mundial tenía ante sí un grupo de aúpa: Italia, Escocia y Portugal, más una cenicienta, Malta. Se clasificarían dos. Con Hodgson, Suiza empató en Italia y en Escocia y ganó a ambas en casa. Con Portugal fue al revés (empate en casa y victoria fuera) pero el conjunto le bastó para clasificarse. Habida cuenta la categoría del grupo, la clasificación puede ser considerada como todo un triunfo. Y más aún si se piensa que Suiza no se clasificaba para un Mundial desde el 66, en Inglaterra. Hodgson se ha convertido en toda una autoridad en Suiza.

Juega un 4-4-2 inglés puro y es el único equipo que no ha variado el once inicial en los partidos jugados hasta ahora. Ha mostrado cierto talento para sacar partido a jugadores en posiciones distintas a la que venían actuando habitualmente en sus clubes. Quizá el fútbol, ingrato Con él en su juventud, le tenga reservados grandes éxitos en su madurez.

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