El turno del dólar
La debilidad del dólar forzó la intervención de numerosos bancos centrales en la tarde de, ayer, al tiempo que la situación llenaba de desconfianza los mercados de valores. Los inversores ya tuvieron ocasión de mostrar sus temores a lo largo de toda la mañana con la inestabilidad de los mercados de deuda, pero la apertura de Nueva York no ofreció lugar a dudas. El Dow Jones comenzó perdiendo hasta 45 puntos y arrastró al resto de las Bolsas sin problema alguno, situación que se repitió en el momento del cierre del mercado español, cuando Wall Street perdía algo más de 49 puntos y forzó una caí...
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La debilidad del dólar forzó la intervención de numerosos bancos centrales en la tarde de, ayer, al tiempo que la situación llenaba de desconfianza los mercados de valores. Los inversores ya tuvieron ocasión de mostrar sus temores a lo largo de toda la mañana con la inestabilidad de los mercados de deuda, pero la apertura de Nueva York no ofreció lugar a dudas. El Dow Jones comenzó perdiendo hasta 45 puntos y arrastró al resto de las Bolsas sin problema alguno, situación que se repitió en el momento del cierre del mercado español, cuando Wall Street perdía algo más de 49 puntos y forzó una caída del 1,93% en el índice general de Madrid. Con este último recorte, el mercado madrileño acumula una baja del 2,81% en la semana y queda a poco más de dos puntos de su nivel mínimo del ejercicio.Los recortes en las bolsas europeas también fueron importantes, con la excepción de Alemania. Francfort cerró antes de iniciarse las intervenciones en favor del dólar y perdió sólo un 0,83%, mientras que París bajaba un 1,65% y Londres el 2,24%. Wall Street cerró con una bajada de 62,15 puntos, tras el. fracaso de la intervención concertada en apoyo del dólar.
El índice general de Madrid
e sitúa en el 299,14% al ceder 5,88 puntos, mientras que el Ibex 35 perdía un 2,3% y queda por debajo del 3.200. Ayer, la contratación en el mercado continuo fue de poco más de 31.000 millones de pesetas, una cifra muy baja para una jornada tan agitada, pero en estos momentos nadie quiere asumir riesgos.