RELIGIÓN

Los obispos califican de pecado mortal las infracciones de tráfico

Conducir temerariamente o en condiciones de arriesgar la vida propia o ajena es pecado mortal y va contra el quinto mandamiento, según la Iglesia católica, que se ha sumado a colaborar en las campañas de seguridad de tráfico mediante la celebración el próximo domingo de una jornada sobre el apostolado de la carretera. La Conferencia Episcopal suscribió ayer el pacto social de tráfico propuesto por el Senado impartirá en las catequesis nociones sobre el respeto a la vida a través de una circulación segura.

El pecado mortal en la conducción no sólo se comete cuando se atropella voluntaria...

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Conducir temerariamente o en condiciones de arriesgar la vida propia o ajena es pecado mortal y va contra el quinto mandamiento, según la Iglesia católica, que se ha sumado a colaborar en las campañas de seguridad de tráfico mediante la celebración el próximo domingo de una jornada sobre el apostolado de la carretera. La Conferencia Episcopal suscribió ayer el pacto social de tráfico propuesto por el Senado impartirá en las catequesis nociones sobre el respeto a la vida a través de una circulación segura.

El pecado mortal en la conducción no sólo se comete cuando se atropella voluntariamente o se produce una desgracia en la carretera. Basta con la intención.José Martín, encargado del apostolado de la carretera, calificó así de preciso la sanción moral que la Iglesia católica aplica a quienes infringen las normas de la circulación: "El pecado se comete aun en el caso de que no se produzca ninguna desgracia y el conductor no haya sido sancionado; el pecado está en la actitud y en la intención que confiere la malicia en el acto de conducir cuando se produce un adelantamiento antirreglamentario o se circula por dirección prohibida. Son conductas suicidas, homicidas, que se dirigen a atropellar los bienes privados o públicos".

No hay que temer llamarlo asesinato. Los asesinatos no sólo se producen en las guerras, también en las carreteras", puntualizó Martín.

Esta toma de postura de la Iglesia católica sobre la circulación quedó patente ayer con el apoyo público de la Conferencia Episcopal a las campañas de la Dirección General de Tráfico. El obispo de la diócesis Coria-Cáceres, Ciriaco Benlevente, firmó el pacto social promovido por el Senado.

La aportación del episcopado español se concreta en la celebración el próximo domingo de una jornada dedicada a la responsabilidad en el tráfico, bajo el lema: "Por los tuyos, sé prudente". Tanto la misa que celebre el obispo de Coria retransmitida por TVE como las homilías que se pronuncien en todas las iglesias estarán dedicadas a este tema.

Por otro lado, el Secretariado Nacional de Catequesis ha elaborado sendos folletos sobre responsabilidad y educación vial, que serán divulgados entre los 2,5 millones de niños que asisten a las clases de catequesis en toda España.

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