El 'rap' del Madrid que molesta

Los escolares sugieren la ciudad deseada, sin coches y con espacios para jugar

Unos trescientos niños echaban carreras de patinaje el pasado jueves sobre el encerado suelo del Palacio de Congresos. Iban a recibir premios y diplomas por sus aportaciones a la revisión del Plan General de Madrid.El curso de sexto del colegio Padre Coloma, de San Blas, presentaba, además de una maqueta, una cinta de música en la que cantan un rap de su cosecha. El rap dice así: "Estamos aquí reunidos en el barrio de Canillejas para ver lo que falta y también lo que sobra ( ... ). Dimos la vuelta a la esquina y vimos papeles, botellas y cartones tirados por el suelo. ( ... ) Más...

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Unos trescientos niños echaban carreras de patinaje el pasado jueves sobre el encerado suelo del Palacio de Congresos. Iban a recibir premios y diplomas por sus aportaciones a la revisión del Plan General de Madrid.El curso de sexto del colegio Padre Coloma, de San Blas, presentaba, además de una maqueta, una cinta de música en la que cantan un rap de su cosecha. El rap dice así: "Estamos aquí reunidos en el barrio de Canillejas para ver lo que falta y también lo que sobra ( ... ). Dimos la vuelta a la esquina y vimos papeles, botellas y cartones tirados por el suelo. ( ... ) Más tarde me caí, me rompí mi mano y no encontré hospital para mi mano, y César dijo por qué no ponen hospitales para mi mano. Llegamos al metro, miramos el plano, queríamos ir a casa de mi hermano, vivía en Solano, pero no había metro hasta casa de mi hermano".

Este trabajo, original y receptivo con la última moda en música urbana, el rap, recibió el primer premio, medio millón de pesetas para material escolar.

Resulta interesante comprobar que las inquietudes de los niños difieren bastante poco de las de los mayores. La suciedad de las calles, los problemas sociales, la violencia y lo constreñido que resulta el espacio urbano eran argumentos repetidos por los niños.Alex, Jorge y Santi, alumnos de sexto y séptimo del colegio Santa María (Centro), se mostraban preocupados por la violencia. Alex, con aplomo de persona mayor, decía: "Ahora todo está mal planteado. Por ejemplo, tendría que haber un equilibrio, ya que hay muchos centros de ocio -se refería a cines, bares, discotecas-, pero pocos centros culturales en los que se pueda aprender".

Rebeca, Georgina y Laura, coquetas a sus 11 años, viven en el centro de Madrid. En el camino a su colegio -La Paloma, en Latina-, sólo encuentran un ambiente urbano hostil. Así que no es de extrañar que quieran más parques, menos coches, menos contaminación y menos edificios.

El curso de sexto B del colegio Santa Isabel, que recibió el segundo premio, está en la calle de Hortaleza. Los ni¡íos presentaban dos maquetas: Una sobre "El Madrid que tenemos" y otra sobre "El Madrid que queremos". En la segunda, los edificios están mucho menos apiñados que en la primera. Hay un hotel con piscina, una fachada pintada toda entera con un reloj y un edificio con grandes antenas en su azotea y el oso y el madroño pintados en una de sus medianeras.Otro colegio de centro recibió el tercer premio. Hicieron una encuesta con lo que quieren para su barrio: parques, polideportivos, pistas de patinaje, bibliotecas, galerías de arte, más centros para drogadictos. Y decían que no quieren delincuentes, problemas sociales, de tráfico, papeles por los suelos, gamberros, violadores, prostitutas, alcohol consumido por menores y bares de alteme.

Los niños estaban emocionados el jueves, y ovacionaron al alcalde, José María Álvarez del Manzano. Luis Rodríguez Avial, director de la oficina del Plan, les hizo sentirse importantes: "Dentro de poco os tocará a vosotros trabajar por Madrid". Los niños cesaron en su algarabía y escucharon sin pestañear.

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