Tribuna:MUNDIAL 94

El peso de la jerarquía

Fue un partido mal jugado. Sólo a ratos emocionante por las situaciones de gol. Alemania tuvo en los 25 minutos del primer tiempo, atrevimiento y decisión para imponer su mayor experiencia. Después optó por la vulgaridad: se apretó atrás y esperó que alguno de sus buenos jugadores pudiera desnivelar. Bolivia resistió con dignidad y pasajes de buen toque en el medio, inclusive con rasgos de fantasía.Con el balón. Alemania se saltó una de las zonas del campo: la de gestación. Todo lo hizo vertical, sin distracción. Apostó al pressing en los primeros 25 minutos, para robar y llegar ...

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Fue un partido mal jugado. Sólo a ratos emocionante por las situaciones de gol. Alemania tuvo en los 25 minutos del primer tiempo, atrevimiento y decisión para imponer su mayor experiencia. Después optó por la vulgaridad: se apretó atrás y esperó que alguno de sus buenos jugadores pudiera desnivelar. Bolivia resistió con dignidad y pasajes de buen toque en el medio, inclusive con rasgos de fantasía.Con el balón. Alemania se saltó una de las zonas del campo: la de gestación. Todo lo hizo vertical, sin distracción. Apostó al pressing en los primeros 25 minutos, para robar y llegar en velocidad. Fue imprecisa en la salida y generalmente torpe en la elaboración. Bolivia tuvo más criterio para el toque, pero con más intención de tenerlo solamente que de llegar a situación de gol. Melgar fue el jugador más atinado en esa zona del campo, Möller el de mayor capacidad para generar peligro. Quizá esos dos jugadores sinteticen lo que fue uno y otro equipo. Cuando a Alemania le faltó el aire para ir a presionar perdió la pelota y Bolivia pareció controlar el partido. Fue cuando los alemanes apelaron al recurso de la impotencia: el balonazo largo buscando a Klisman.

Sin el balón. Los dos jugaron con cinco en el fondo. Alemania empleó el pressing mientras tuvo aire y Bolivia achicó espacios hacia atrás tirando el fuera de juego para evitar los pelotazos largos. En uno de ellos falló y le costó el partido. Alemania fue más contundente en la disputa de la pelota. Bolivia resultó débil en su zona defensiva. Perdió en los mano a mano y fue superada en los centros que buscaban la potencia de algún cabeceador.

Desarrollo. No hubo un dominador del juego que se impusiera con claridad. Alemania mandó en los primeros minutos de partido más por presencia que por dominio del balón. De todos modos, estuvo claro desde el principio que Alemania se imponía en las dos áreas donde se resuelven los partidos. Bolivia tenía mayor predisposición para el control de la pelota, pero aparecía muy débil en las zonas de definición. Inclusive Bolivia fue la que puso en alguna ocasión cierta imaginación en el toque. En los minutos en que Alemania tuvo psicológicamente el partido en sus manos, depositaba en Möller toda la responsabilidad de decisión. Si no aparecía éste era difícil tener alguna claridad en la llegada. Hassler tuvo más importancia en la zona de gestación y en la lucha que se dio en el medio.

Detalles. Alemania sólo justifica la victoria en el peso de la jerarquía de sus jugadores. Su falta de atrevimiento le impidió una victoria más amplia y merecida. Inclusive tuvo dudas defensivas en ciertos momentos cuando no encontraba la pelota y Bolivia pudo llegar tocando. Bolivia tenía la pelota y casi en la misma proporción las dudas. No sabía cómo defenderse de los centros atropellados de los alemanes, ni tampoco qué hacer después de tocar en el medio para llegar al gol.

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