La policía desaloja a la fuerza a ocho vecinos de Antilón

Los ocho inquilinos de Antillón, 18 (Latina), cuyo desalojo, por ruina inminente del edificio, quedó aplazado hace 15 días, fueron ayer expulsados a la fuerza por la policía. El lanzamiento comenzó con cuatro horas de retraso por la descoordinación entre agentes locales y nacionales, y se ejecutó cuando más de doscientas personas permanecían concentradas en apoyo a estos vecinos. Los agentes dispersaron a los congregados a empujones. Hubo también porrazos.El concejal de Latina, Sigfrido Herráez, asegura que a estas familias se les ha ofrecido la posibilidad de optar a unos pisos de protección ...

Los ocho inquilinos de Antillón, 18 (Latina), cuyo desalojo, por ruina inminente del edificio, quedó aplazado hace 15 días, fueron ayer expulsados a la fuerza por la policía. El lanzamiento comenzó con cuatro horas de retraso por la descoordinación entre agentes locales y nacionales, y se ejecutó cuando más de doscientas personas permanecían concentradas en apoyo a estos vecinos. Los agentes dispersaron a los congregados a empujones. Hubo también porrazos.El concejal de Latina, Sigfrido Herráez, asegura que a estas familias se les ha ofrecido la posibilidad de optar a unos pisos de protección oficial de la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV) que se adjudicarán en breve. "Su puntuación es muy alta porque han sido desahuciados, y al menos seis cumplen los requisitos económicos; no hemos firmado nada, pero se puede dar por seguro que con esas condiciones están los primeros de la lista para los pisos", asegura.

María Roces, responsable de vivienda de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM), también es optimista. "Creemos que el compromiso de realojarles es firme, pero nos manifestamos para denunciar este goteo de ruinas en edificios que los caseros dejan deteriorarse sin que el Ayuntamiento les obligue a reparar", concluye.

Los dueños del inmueble repararon la fachada hace un año, pero no tocaron el tejado y los cimientos, en muy mal estado. En febrero, el Ayuntamiento declaró que la finca estaba en ruinas. La mitad de estos inquilinos pagaba unas 5.000 pesetas mensuales. El resto, entre las 20.000 y las 50.000 pesetas.