El ajedrecista Kárpov intercede en España a favor de niños refugiados

El ex campeón mundial de ajedrez, Anatoli Kárpov, de 43 años, pasó ayer brevemente por Madrid para firmar un acuerdo de colaboración con la organización no gubernamental Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad (MPDL) que permita la acogida en España de niños afectados por los distintos conflictos civiles en el territorio de la ex URSS. Kárpov preside, en la actualidad, la Asociación Internacional de Fundaciones para la Paz, integrada por asociaciones humanitarias de varias ex repúblicas soviéticas, que promueve la ayuda a refugiados por estos conflictos en la federación rusa y la prote...

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El ex campeón mundial de ajedrez, Anatoli Kárpov, de 43 años, pasó ayer brevemente por Madrid para firmar un acuerdo de colaboración con la organización no gubernamental Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad (MPDL) que permita la acogida en España de niños afectados por los distintos conflictos civiles en el territorio de la ex URSS. Kárpov preside, en la actualidad, la Asociación Internacional de Fundaciones para la Paz, integrada por asociaciones humanitarias de varias ex repúblicas soviéticas, que promueve la ayuda a refugiados por estos conflictos en la federación rusa y la protección del medio ambiente, como en el caso de los desplazados por la catástrofe nuclear de Chernobil.El acuerdo pretende fomentar programas educativos y becas que permitan la invitación a España de estos niños para que convivan con familias españolas. La iniciativa partió de los municipios madrileños de Galapagar y Villalba, que, entre otros, acogieron hace un mes durante 20 días a varios niños de Osetia del Norte, en el Cáucaso. La idea es promover estas estancias en municipios de toda España para facilitar el intercambio cultural, según explicó Francisca Sauquillo, presidenta del MPDL.

"Es una forma de ir construyendo la democracia", dijo Kárpov. "Estos conflictos son un problema muy serio que enfrenta ahora a nuestros ciudadanos, especialmente en Asia Central y el Norte del Cáucaso", explicó el ajedrecista.

"El desmembramiento del antiguo imperio soviético ha hecho que muchas familias tengan parientes ahora en varias repúblicas diferentes. Las dificultades para arreglar los problemas de Estado lo son también para solucionar la convivencia de estas familias", añadió. "Todos los instrumentos de relación entre los pueblos son muy importantes para conseguir la paz", agregó Sauquillo. "Se trata de saber que somos diferentes pero con intereses comunes".

La Asociación Internacional de Fundaciones para la Paz ha firmado ya varios convenios similares con EE UU y Australia, entre otros países. Kárpov afirmó su convencimiento de que lo fundamental es resolver la situación económica para asentar la democracia en Rusia.

"Ahora es muy difícil llamar democracia a lo que pasa en mi país", dijo el ajedrecista. "No es posible construirla en un día, tras siglos de regímenes totalitarios", subrayó al concluir: "Lo que vivimos es un periodo de transición y estamos muy lejos todavía de conseguir una sociedad democrática".

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