Aquel hombre de la foto en Normandia

50 años después del Día D, Ed Regan recuerda el desembarco que captó la cámara de Robert Capa

EL PAÍS, El cabo Ed Regan no recuerda haber visto al fotógrafo Robert Capa. Su obsesión-en ese momento era sólo salvar la vida. Pero Regan ha entrado en la historia gracias a la fotografí que de él realizó Capa en los primeros instantes del desembarco en Nori-nandía. Esa foto histórica es la portada del número especial que El País Semanal dedica este fin de semana, 50 años después, a rememorar una fecha que cambió el rumbo de Europa.

Ed Regan volvió a la playa normanda de Omaha 40 años después. Tardó todo ese tiempo en ser identificado. Su mdre le reconoció de forma fortuita al ...

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EL PAÍS, El cabo Ed Regan no recuerda haber visto al fotógrafo Robert Capa. Su obsesión-en ese momento era sólo salvar la vida. Pero Regan ha entrado en la historia gracias a la fotografí que de él realizó Capa en los primeros instantes del desembarco en Nori-nandía. Esa foto histórica es la portada del número especial que El País Semanal dedica este fin de semana, 50 años después, a rememorar una fecha que cambió el rumbo de Europa.

Ed Regan volvió a la playa normanda de Omaha 40 años después. Tardó todo ese tiempo en ser identificado. Su mdre le reconoció de forma fortuita al ver la foto, y se puso en contacto con la familia Capa en Nueva York. "Hacía un tiempo malísimo", recordaba Regan cuando posó en Omaha con la famosa foto; "la mar estaba embravecida Y tuvimos que dar vueltas con los barcos unas dos horas. Me mareé tanto que ya no me importaba dónde desembarcara".

Una vez que la lancha llegó a las aguas profundas, "lo único en que podía pensar era en nadar hasta la playa". "Nos pesaba muchísimo el equipo; debí de intentar deshacerme de parte de él", admitió, "con tal de nadar con más fácilidad".

Para Regan, el caos era total. Todas las tropas estaban agolpadas en la arena detrás de la primera oleada de hombres. Nadie sabía qué hacer. Había un malecón, y sobre él, alambre de espino y minas. La arena estaba sembrada con grandes obstáculos anticarro. Al subir, la marea mezclaba cadáveres y escombros.En la Operación Overlord, el nombre en clave de la invasión aliada de Normandía, participaron 7.000 buques, 11.500 aviones y 153.000 soldados; prepararla costó tres años. El bombardeo nocturno y el elemento sorpresa (los alemanes creían que la invasión tendría lugar más al norte) hicieron posible que gran parte de la fuerza de asalto pudiera avanzar rápidamente en un frente de 80 kilómetros. Pero en la playa de Omaha los norteamericanos se encontraron con una inesperada e intensa resistencia. "Yo estaba en la segunda oleada", dijo Regan, "y desembarcamos pensando que la primera habría limpiado la playa. Los encontramos apiñados detrás del malecón, tras haber ocupado unos 25 metros". Durante cuatro largas horas estuvieron inmovilizados por el fuego enemigo (murieron más de 2.000 soldados estadounidenses).

A Regan lo hirieron 11 días después en la batalla de Saint Lo. "Estaba trepando sobre. un seto, y de pronto sentí un golpe en el trasero. No supe que estaba herido hasta que alguien me dijo: 'Colega, estás sangrando'. Una bala me había rozado un lado de la cabeza. Más tarde volví alcombate". Consiguió destruir un nido de ametralladoras enemigo, lo que le valió la Estrella de Plata. Su unidad avanzó hasta Bremen (Alemania). Desde allí fue enviado a EE UU y se licenció en servicios sociales por la universidad de Scranton (Pensilvania).

El ejemplar de El País Semanal de este fin de semana está ilustrado por el reportaje completo que Capa hizo en las playas normandas y contiene textos del propio Capa, Ernest Hemingway, Manuel Leguineche y Manuel Vázquez Montalbán, y un amplio retrato sobre la vida española en los cuarenta.

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