La traición de Bossi en el Senado debilita al Ejecutivo italíano

Día difícil para Silvio Berlusconi el de su puesta de largo internacional, con ocasión de la visita a Italia de Bill Clinton, ya que coincidió con un rotundo fracaso de la mayoría en el Senado propiciado por errores tácticos pero, sobre todo, por la primera traición clara de la Liga de Umberto Bossi. Dispuesta a no ceder ni un puesto, la mayoría acabó derrotada por la oposición de centro e izquierda, que se atribuyó 8 de las 13 presidencias de comisiones existentes. Se habla ya de nuevas elecciones que salven a este Gobierno prematuramente debilitado.El nuevo presidente del Gobíerno italiano n...

Día difícil para Silvio Berlusconi el de su puesta de largo internacional, con ocasión de la visita a Italia de Bill Clinton, ya que coincidió con un rotundo fracaso de la mayoría en el Senado propiciado por errores tácticos pero, sobre todo, por la primera traición clara de la Liga de Umberto Bossi. Dispuesta a no ceder ni un puesto, la mayoría acabó derrotada por la oposición de centro e izquierda, que se atribuyó 8 de las 13 presidencias de comisiones existentes. Se habla ya de nuevas elecciones que salven a este Gobierno prematuramente debilitado.El nuevo presidente del Gobíerno italiano no tuvo más remedio que hablar del asunto en su rueda de prensa conjunta con Clinton, aún a riesgo "de aburrir a los invitados con temas de política interior ya aireados suficientemente", según dijo. Y lo hizo en un sentido contrario a la disolución del Parlamento.

"Francamente, no estoy preocupado por el hecho de que, en ciertas comisiones, se hayan nombrado presidentes no pertenecientes a la mayoría. Creo que el camino es largo, y espero que la minoría, tomando nota del deseo expresado por la gran mayoría de los italianos, no nos impida sistemáticamente gobernar, sino que juzgue cada acto del Gobierno por sus méritos", afirmó Berlusconi.

Algunas informaciones de prensa atribuían ayer mismo al primer ministro italiano una actitud opuesta a ésta durante la reunión que los partidos de la mayoría celebraron durante la noche del pasado miércoles, cuando se conocieron los primeros resultados de unas votaciones senatoriales que no pudieron concluir hasta ayer, por problemas de quórum. Según tales noticias, Berlusconi habría advertido a sus seguidores que el intento de formar una mayoría encontraba excesivas dificultades y que el recurso a las urnas parecía cada vez más probable.

Además del poder obstruccionista que confiere a la oposición, al que aludió en su rueda de prensa Berlusconi, esta derrota en la elección de los presidentes de las comisiones presenta, en efecto, dos graves problemas para el Gobierno.

Por un lado, confirma que la falta de mayoría gubernamental en el Senado es un problema difícilmente subsanable. Rompiendo la tradición italiana de dar a la oposición las presidencias de las comisiones de control, los partidos del Gobierno habían negociado durante semanas para asegurarse todos los cargos. Y no han logrado los votos necesarios.

Por otro, y esto es lo más grave, el fracaso de la mayoría resulta, al menos en una de las 13 votaciones, de una clara traición de la Liga Norte: un miembro de la Liga fue elegido, con el apoyo de la oposición, presidente de la Comisión de Obras Públicas. El candidato de la mayoría para ese cargo, que controlará la reforma del sistema televisivo, era un senador más afín a Berlusconi, pero la Liga rompió el pacto.Pésimas relaciones

Las relaciones entre Berlusconi y Bossi, que se declaró partidario de dar a la oposición las comisiones de control, vuelven a ser pésimas, y a ello contribuye una campana electoral europea en la que Liga Norte, Alianza Nacional y Forza Italia compiten desaforadarnente. El líder de la Liga no asistió anoche a la cena de gala ofrecida al presidente de Estados Unidos, de visita oficial en Roma, alegando que la campaña electoral para las elecciones europeas ocupaba la prioridad de su agenda. Además, la Liga Norte publicó ayer una nota en la que atribuye el fracaso de la mayoría en el Senado a la "prepotencia" de los "aprendices y diletantes de Alianza Nacional y Forza Italia".

El portavoz de los diputados de Forza Italia, Raffaele della Valle, comentó que "no es todavía el momento de dramatizar este resultado sin duda negativo", y añadió que "nunca está mal que un Gobierno de coalición se pare a examinar la actuación de cada uno de sus componentes".