El orgullo de Camarma
El éxito del futbolista Marcos une a los forofos enfrentados en el pueblo
Camarma de Esteruelas, municipio situado a 36 de Alcalá de Henares, vivió con pasión el partido Real Madrid-Barcelona, hace un mes, porque allí recibía su bautismo de gran competición Alberto Marcos Rey, que nació en el pueblo hace 20 años. Y muchos de sus 1.600 habitantes aguantaron el sueño de madrugada para seguir, hace unos días, el 1-4 que le colocó el equipo madrileño al River Plate en su gira latinoamericana. No es para menos, porque su vecino y nuevo lateral izquierdo del Real Madrid ha pasado en una temporada de la Segunda División B a titular en el primer equipo.Cuando juega Marcos, ...
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Camarma de Esteruelas, municipio situado a 36 de Alcalá de Henares, vivió con pasión el partido Real Madrid-Barcelona, hace un mes, porque allí recibía su bautismo de gran competición Alberto Marcos Rey, que nació en el pueblo hace 20 años. Y muchos de sus 1.600 habitantes aguantaron el sueño de madrugada para seguir, hace unos días, el 1-4 que le colocó el equipo madrileño al River Plate en su gira latinoamericana. No es para menos, porque su vecino y nuevo lateral izquierdo del Real Madrid ha pasado en una temporada de la Segunda División B a titular en el primer equipo.Cuando juega Marcos, Camarma se vuelca con él. Incluso algún seguidor del Atlético confiesa que en ese caso preferiría que ganaran los merengues; y los del Barcelona, que los hay, no llegan a tanto, pero se alegran y mucho recordando el último partido contra los culés, en el que "el chaval dejó fritito" a Stoichkov, según afirma orgullosa Ángela Gómez, forofa del Barça.
El fenómeno Marcos se ha convertido en el revulsivo social de un pueblo sin atractivo turístico singular, cada vez menos dedicado a la agricultura y en continua expansión urbanística. Mientras, Marcos, al que saluda todo el mundo por la calle, más o menos como antes, asegura con rotundidad que no va a abandonar ahora su pueblo por ser famoso. Y Gema, su novia, rojiblanca hasta la médula, le mira entretanto con cierto alivio.
Quizá la humildad que demuestra El Pecas, como se le conoce por allí, es lo que más agrada a sus convecinos. Tamara y Ana, con 13 años, le califican de "muy simpático" y dicen que no ha cambiado nada. Además, confiesan que "mola mucho" y que van "chuleando porque es de Camarma". Carolina, de 17 años, recorta todo lo que sale en la prensa de Marcos.
Jesús, Óscar y Ernesto, amigos de Marcos desde pequeños e integrantes como él de la peña Los Bárbaros -temida en el pueblo cuando llegan las fiestas por su "incontrolable alegría"-, corroboran: "Éste siempre ha jugado bien a todo". Jesús, su primo, va más allá y le acusa de "chupón": "de pequeño jugaba él solo y nosotros mirábamos".
Antonio Serrano, en el interior de la peña madridista, entretanto advierte: "Como Mendoza traspase al chaval, le montamos una manifestación".
Ángel Martín, el párroco de Camarma, cuando se le pregunta que quién tiene más seguidores si él o Marcos, responde como era de esperar: "La gente va primero a ver a Marcos y luego va a misa". Luis Gregorio, el alcalde, anuncia que este año harán lo posible para que el jugador sea el pregonero de las fiestas.
Gonzalo Marcos, a sus 79 años, aún recuerda cuando veía a su nieto jugar en la era, porque en el campo grande no dejaban jugar a los pequeños.
Y su nieto, que después de entrenarse vuelve a cualquiera de los dos bares de copas que hay en Camarma, como ha hecho siempre, asiente; y a buen seguro espera que no acabe nunca el sueño que él vive en el Real Madrid y Camarma viendo la tele.