El cáncer impide a Wörner asistir a la reunión

El secretario general de la Alianza Atlántica, Manfred Wörner, de 60 años, no asistió ayer a la reunión de Planes de Defensa y Planes Nucleares de la OTAN por primera vez desde que se le declaró un cáncer de colon, hace dos años.Wörner ha sido intervenido quirúrgicamente en tres ocasiones y se ha visto obligado a seguir largas convalecencias, pero en ninguna ocasión había faltado a una reunión ministerial o a una cumbre de la Alianza.

"Deseo que se restablezca pronto", aseguró ayer a mediodía el ministro español de Defensa, Julián García Vargas. "Es un excelente secretario, y hemos nota...

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El secretario general de la Alianza Atlántica, Manfred Wörner, de 60 años, no asistió ayer a la reunión de Planes de Defensa y Planes Nucleares de la OTAN por primera vez desde que se le declaró un cáncer de colon, hace dos años.Wörner ha sido intervenido quirúrgicamente en tres ocasiones y se ha visto obligado a seguir largas convalecencias, pero en ninguna ocasión había faltado a una reunión ministerial o a una cumbre de la Alianza.

"Deseo que se restablezca pronto", aseguró ayer a mediodía el ministro español de Defensa, Julián García Vargas. "Es un excelente secretario, y hemos notado su ausencia", añadió.

Wörner ha mantenido una actividad especialmente intensa en las largas sesiones del Consejo Atlántico dedicadas a tomar decisiones bélicas en relación a Bosnia. En dos ocasiones en los últimos meses, el secretario general ha realizado conferencias de prensa de madrugada, al término de las reuniones maratonianas de los embajadores atlánticos.

Wörner es el primer alemán que ocupa la secretaría general de la Alianza, a la que llegó el 1 de julio de 1988. Ha sido ministro de Defensa alemán, como miembro del CDU, desde 1982 hasta 1988. Su precaria salud no ha conseguido doblegarle ni limitarle en los momentos más decisivos de la Alianza durante los últimos meses. Tampoco ha afectado en lo más mínimo a su enérgico carácter y a la contundencia de sus juicios, principalmente sobre las carencias occidentales en la resolución del conflicto de la ex Yugoslavia.

Son unánimes los elogios que suscita entre los funcionarios atlánticos y los miembros de las delegaciones, que destacan la entereza y el coraje con que está soportando la enfermedad. Hace escasos días, hizo llegar a los países miembros su idea de abandonar la secretaría general tras la reunión del Consejo Atlántico del 9 y 10 de junio.

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