"Por fin ya somos libres"

El hombre más amado de África subió al estrado cimbreándose al ritmo algodonoso de Vuelve, Africa, cantada por el coro del Congreso Nacional Africano (ANC) y lo abandonó casi una hora después también balanceándose al cálido son de camarada Nelson Mandela, un estribillo repetido hasta el infinito por un pueblo entregado a su pacificador, pues, dice la canción: "Mandela sabemos que nos traes la paz; eso es lo que necesitamos".

Entre esos dos momentos, Mandela había bebido champaña, pronunciado su primer discurso como ganador en las urnas, recibido un par de plumas de oro...

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El hombre más amado de África subió al estrado cimbreándose al ritmo algodonoso de Vuelve, Africa, cantada por el coro del Congreso Nacional Africano (ANC) y lo abandonó casi una hora después también balanceándose al cálido son de camarada Nelson Mandela, un estribillo repetido hasta el infinito por un pueblo entregado a su pacificador, pues, dice la canción: "Mandela sabemos que nos traes la paz; eso es lo que necesitamos".

Entre esos dos momentos, Mandela había bebido champaña, pronunciado su primer discurso como ganador en las urnas, recibido un par de plumas de oro con las que echar sus dos primeras firmas como presidente y abrazado mucho: a quienes han estado con él en la lucha y van a estar con él en el Gobierno; a Coretta King, la viuda de Martin Luther King; a Kenneth Kaunda, el ex presidente de Zambia que tanto ayudó al ANC en el exilio, y a Limpho, la viuda de Chris Han¡, el líder comunista surafricano asesinado hace 13 meses por un racista.

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Limpho tuvo "la responsabilidad de abrir la botella de champaña" que marcaba el principio de la liberación, como dijo Thabo en Mbeki, otro de los principales dirigentes del ANC, que actuó como maestro de ceremonias del acto y no pudo evitar un "gracias a Dios, por fin ya somos libres".

Cuando Mandela abandonó el local para retirarse a descansar e intentar reponerse del resfriado que le había cogido la víspera, estalló el pandemonium. El coro siguió cantando al camarada Nelson Mandela buen número de dirigentes del ANC, encabezados por Pallo Jordan, el responsable de Comunicación, se pusieron a toyi-toyi, una especie de danza en la que se elevan las piernas rítmicamente mientras el cuerpo oscila de un lado a otro. Es un movimiento que muchos blancos interpretan como una amenaza negra.

Los asistentes al acto en el hotel tenían poco que ver con los descamisados que se concentraron en la calle para cantar, bailar y beber por Mandela y el ANC.

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