Con cien mil ojos encima

A Luis Roldán no sólo le persiguen las fuerzas de seguridad. Un gigantesco Gran Hermano, con decenas de miles de ojos, permanece alerta por si aparece en el lugar más insospechado. En Galicia, los rumores sobre el paradero del ex director general de la Guardia Civil aumentan según pasan las horas, con los periodistas desconcertados por las decenas de testimonios de quienes aseguran haberle visto."Si me lo encontrase, por supuesto que lo denunciaría inmediatamente", comenta Mercedes, una administrativa de Santiago de Compostela. "Lo que ha hecho es escandaloso y si se lo consentimos, aún...

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A Luis Roldán no sólo le persiguen las fuerzas de seguridad. Un gigantesco Gran Hermano, con decenas de miles de ojos, permanece alerta por si aparece en el lugar más insospechado. En Galicia, los rumores sobre el paradero del ex director general de la Guardia Civil aumentan según pasan las horas, con los periodistas desconcertados por las decenas de testimonios de quienes aseguran haberle visto."Si me lo encontrase, por supuesto que lo denunciaría inmediatamente", comenta Mercedes, una administrativa de Santiago de Compostela. "Lo que ha hecho es escandaloso y si se lo consentimos, aún lo sería más". Carmen, otra compostelana, ama de casa, no sabía que Roldán era buscado en Galicia, pero si lo viese, tampoco dudaría: "Denunciarle es un deber ciudadano".

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Excepto las fuerzas de seguridad y los periodistas, en Orense todo el mundo parece haberse cruzado alguna vez con Roldán en las últimas horas: paseando por el parque, cruzando un paso de cebra, comprando pasteles camuflado con gafas de sol, circulando a toda velocidad en un BMW blanco... En las cafeterías de la ciudad no se comentaba ayer otra cosa. Entraba alguien por la puerta y el comentario era siempre el mismo: %No habéis visto a Roldán?".

Los orensanos se enteraron hace poco de que el ex director general estaba casado con una paisana suya, Blanca Rodríguez Porto. La familia de ella vive en un piso del centro de la ciudad que en los últimos días atrae toda clase de miradas. Un cuñado suyo fue secretario provincial del Partido Popular.

La familia, abatida

Desde que se conoció la relación entre Roldán y Blanca Rodríguez, los vecinos ya le han colgado al antiguo responsable de la Guardia Civil la propiedad de varios pisos y algunas fincas cerca de la ciudad. La semana pasada se vio un camión de mudanzas ante el domicilio y la gente sacó conclusiones de inmediato: "Es Roldán, que se viene a vivir aquí". Según sus vecinos, la familia se muestra abatida y huidiza desde que el escándalo alcanzó proporciones incontenibles.

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En Vigo no se comenzó a especular sobre la presencia de Roldán hasta que el pasado jueves su abogado, Gonzalo Casado, dijo que estaba en las Rías Bajas. Entonces surgieron los rumorólogos profesionales, que se dedicaron a sembrar pistas falsas en las redacciones de los medios informativos. El comentario más extendido era el que le situaba en un yate que navegaba a toda máquina hacia las islas Cies. Varios chelés de los alrededores de la ciudad también fueron señalados como posible refugio de Luis Roldán y han sufrido en las últimas horas el acoso de los periodistas.

Hasta el alcalde de la ciudad, el socialista Carlos Príncipe, se confesó ayer harto de recibir llamadas preguntándole si sabía algo sobre el paradero del ex director general.

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