Inventado un aparato que 'mata' la emisión de anuncios en televisión

El éxito desborda a los creadores

¿La pesadilla del exceso de publicidad en casa podría llegar a su fin y afectar incluso a la financiación de la televisión? Tal vez se haya dado un paso para ello. Un matrimonio holandés, que trabaja en una emisora local de televisión, acaba de inventar un aparato que elimina los anuncios de la pequeña pantalla sin tan siquiera apretar un botón.

El invento, que actúa de manera automática, viene a consistir en una caja que tiene aproximadamente el tamaño de un paquete de tabaco, la cual se coloca detrás del televisor. "Cuando comienza la publicidad, la pantalla se pone inmediatamente de ...

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¿La pesadilla del exceso de publicidad en casa podría llegar a su fin y afectar incluso a la financiación de la televisión? Tal vez se haya dado un paso para ello. Un matrimonio holandés, que trabaja en una emisora local de televisión, acaba de inventar un aparato que elimina los anuncios de la pequeña pantalla sin tan siquiera apretar un botón.

El invento, que actúa de manera automática, viene a consistir en una caja que tiene aproximadamente el tamaño de un paquete de tabaco, la cual se coloca detrás del televisor. "Cuando comienza la publicidad, la pantalla se pone inmediatamente de color negro y aparece la palabra 'anuncios' en grandes letras", explica su inventora, Paula Deppe.Ella y su marido, Pieter Hornix, decidieron "hacer algo, cansados de soportar las decenas de anuncios que se repiten hasta acabar con la paciencia del espectador", recuerda. Fueron capaces de desarrollar su idea cuando descubrieron -fruto de la casualidad- que los anuncios publicitarios respondían a códigos electrónicos- diferentes a los del resto de la programación.

La caja negra, como la denominan hoy sus inventores, o el mata-anuncios, como ha decidido calificarla la prensa holandesa, consiste en un dispositivo electrónico que identifica esas diferencias en las señales y procede en consecuencia a la desconexión. Cuando vuelve la programación no publicitaria, regresa la señal y se hace visible de nuevo.

Los inventores parecen desbordados por las posibles derivaciones que acarree la comercialización de su ingenio. "Sólo pretendía llamar la atención sobre el efecto nervioso que producen los anuncios en el telespectador", aseguró Hornix cuando presentó el invento en un programa de la televisión nacional.

Alud de llamadas

Sin embargo, el aparato ha despertado un gran interés entre el conjunto de la población. "Lo diseñamos respondiendo a un reto personal y sin que tuviéramos intención alguna de comercializarlo", explica Deppe, tras el aluvión de llamadas recibidas"."Ante este alud estamos pensando en venderlo. Somos conscientes de la importancia de la publicidad para la televisión, pero creemos necesario proteger al espectador", añaden.

El matrimonio, que, naturalmente, tiene instalado el aparato en su receptor de televisión, ha calculado el coste en unos 200 florines (unas 15.000 pesetas), que podrán verse notablemente reducidas con la fabricación a gran escala.

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